Tras la eliminación de la selección española en el Mundial de Rusia, los sportinguistas que hubiesen distraído su atención de la actualidad rojiblanca durante el tiempo que ha durado el periplo de España en tierras rusas, se habrán topado con un panorama poco alentador, pero en absoluto desconocido para los sufridos aficionados rojiblancos.

Y es que a apenas una semana del comienzo de la pretemporada, el Sporting no ha realizado ni un solo fichaje, aquellos jugadores que supuestamente interesaban se han decantado por otras opciones y los nombres que suenan como posibles refuerzos no ilusionan.

Nada nuevo bajo el sol por tanto. Se trata de la misma ´canción´ que ya tocó escuchar el verano pasado (con el consabido "éxito"); y todo un clásico en las planificaciones deportivas del club en los últimos tiempos. Por no hablar de otra de las estrofas que vuelve a repetirse en esta ´triste canción de Mareo Street´: los problemas para cerrar el patrocinio principal.

Pero ciñéndonos al ámbito deportivo, la sensación que se palpa en el ambiente es que una vez más el Sporting, con su director deportivo a la cabeza, habrán de contentarse con lo que otros equipos vayan descartando. Y no clubes de relumbrón, que digamos. No hay más que remitirse a la procedencia de alguna de las cesiones de las últimas dos temporadas.

La realidad por dolorosa que pueda resultar es que el Real Sporting hace años que perdió su ´realeza´, dejando de ser aquel club atractivo por el que antes de añadirse el apellido de SAD, suspiraban muchos jugadores.

Pocos fueron además los sportinguistas que se creyeron las odas del actual director deportivo a la cantera, cuando en su comparecencia para tratar de justificar el fracaso por no haber logrado el ascenso, puso como escudo la incorporación a la primera plantilla de seis jugadores procedentes del filial. Porque a tenor del pasado más reciente, es lícito dudar sobre el peso real que tendrán de cara al proyecto de esta nueva temporada.

Dudas que se irán disipando según vayan produciéndose fichajes en mayor o menor medida. Incorporaciones a todas luces necesarias para algunos puestos donde a día de hoy, no existen jugadores para cubrirlos. A lo que se añade el hecho de que si uno echa un ojo a los nombres de los 18 jugadores con los que ahora mismo cuenta el ´Pipo´ Baraja, se encontrará con el de algunos jugadores que es difícil de creer que puedan iniciar la temporada a las órdenes del técnico vallisoletano, salvo que no quedase más remedio.

Siempre se ha dicho que las prisas nunca han sido buenas consejeras. A la hora de fichar sin embargo, el no saber moverse de forma rápida y certera puede ser igual o incluso más peligroso.

La excusa precisamente del Mundial para justificar que no haya habido movimientos en Mareo, ofrecida este martes por el consejero Javier Martínez durante la presentación de la campaña de abonos (el responsable de Comunicación estará de vacaciones), no convence demasiado. Lo que es 'mundial' es la capacidad que tiene este club a la hora de tratar de disfrazar sus carencias. No basta con querer vender un 'proyecto ilusionante' de palabra (ni con vídeos). Hay que ilusionar de verdad con hechos.

Pero si la paciencia de El Molinón Enrique Castro ´Quini´ nunca ha sido infinita, para esta temporada lo será aún menos tras haber sufrido dos batacazos consecutivos. Y del mismo modo que a más de un seguidor de ´La Roja´ le sobraron ganas (y motivos) para enviar a Siberia a aquellas personas señaladas como responsables del naufragio en Rusia, por estos lares mucho más cercanos no andaría muy lejos el castigo que se pediría en caso de que el nuevo proyecto se hundiese a la vera del Piles.

Post Scriptum: durante la presentación de la campaña de abonos para la presente temporada, se desveló finalmente lo que era ya conocido: es un calco de la pasada. Si el objetivo fijado es el de volver a repetir los 24 mil socios, quizás alguien debería aplicarse aquello de que si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie. Milagros a Covadonga. Y no todos los años.