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Isabel e Irene cambian la historia en los banquillos de Mareo

La Escuela de Fútbol vinculada al Sporting incorpora a las primeras mujeres que entrenarán a niños en los 113 años del club rojiblanco

Por la izquierda, Irene Martínez e Isabel Álvarez, ayer, en Mareo. JUAN PLAZA

Irene Martínez e Isabel Álvarez sienten que han roto una nueva barrera. Ambas se han convertido en las primeras mujeres que entrenarán a niños en la más que centenaria historia del Sporting. Lo harán a través de dos de los equipos de la Escuela de Mareo, vinculada al club rojiblanco. Sólo había un precedente, el de Marieta Iglesias, que hace unos años llegó a dirigir también a un conjunto del Sporting, pero en esa ocasión se trataba de un equipo exclusivamente femenino. "Ojalá nos convirtamos en un reclamo para que más niñas vengan a Mareo", afirman dos de las novedades del nuevo organigrama técnico de la Escuela.

Son jugadoras del Sporting femenino y, desde el pasado lunes, oficialmente nuevas entrenadoras del club. La tarea de asumir un banquillo no es para ellas algo nuevo. "Estudié Magisterio por Educación Física. Me gustan los niños y fomentar los valores del deporte", comenta Isabel Álvarez, gijonesa de 23 años que ya entrenó a otros conjuntos del fútbol base gijonés como el Estudiantes o La Asunción, y que ahora tomará las riendas del prebenjamín A. "En mi caso estudié un Grado Superior en Actividades Físicas. Siempre trabajé con colegios y también con gente discapacitada. Es bonito ayudar a otras personas a cumplir sus sueños", comenta Irene Martínez, leonesa de 22 años, que vive su primera campaña en Gijón tras entrenar en conjuntos de su tierra como La Virgen, la Cultural o el León Club. Ella compartirá con Javier Fernández la dirección del profutbol A de la Escuela de Mareo, cuyos conjuntos vienen de estar integrados principalmente por niños, cuyas inscripciones ya están abiertas y, evidentemente, también pueden participar niñas de entre 4 y 15 años. Irene es la que ha vivido la cara más amarga del fútbol "por ser mujer y entrenadora". "He tenido que aguantar a padres que me han querido pegar por cambiar en un partido a sus hijos", afirma de su etapa en León. "Es un problema social. Algunos padres creen que tienen a Messi en casa", comentan antes de concretar sobre la situación de las niñas en el fútbol base. "Hay todavía casos en los que encuentras a niñas que no juegan al fútbol porque no está bien visto en sus casas y no se atreven. Esas cosas hay que atajarlas, tanto por parte de los cargos importantes de los clubes, para ayudar a darle una mayor visualización al hecho de que las mujeres jueguen al fútbol, como también mediante charlas en los colegios que puedan contribuir a mejorar en este apartado. Los niños tienen que ser felices con lo que hacen. Y si el fútbol les hace felices, ¿por qué una niña tiene que encontrar impedimentos?. Las familias tienen que tener claro que el fútbol no es un deporte solo de chicos", reflexionan.

"En edades tan tempranas hay que fomentar valores como el juego limpio, que los pequeños disfruten con lo que hacen y todos jueguen los mismos minutos. El resultado debe ser la última consecuencia. Todo esto forma parte de las pautas de la Escuela de Mareo ", subraya Isabel, que cree que entre esos valores debe incluir que el juego entre niños y niñas se convierta también en una herramienta más del aprendizaje.

"En Estados Unidos hay más licencias de niñas para jugar al fútbol, que para niños. Por algo tienen los equipos más potentes en categoría femenina", añade Irene. Las dos rojiblancas esperan que el papel de la mujer siga en aumento en este deporte y agradecen el apoyo que han encontrado en el Sporting para ello, y en concreto, en Juan Luna, coordinador de la Escuela. "¿Sabe cuál es el mayor orgullo? Que al acabar la temporada un niño te diga que te va a echar de menos", concluye Isabel.

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