Cuando finalizó la temporada pasada el Sporting del futuro era una incógnita. Los jugadores cedidos que se marchaban a sus equipos de origen y los rojiblancos que no continuarían en la disciplina del club gijonés hacían presagiar un verano movido. Con el paso de las semanas y la salida de Sergio Álvarez se sumaron nuevas dudas en cuanto al nuevo proyecto de Miguel Torrecilla y Rubén Baraja, el primero que ambos realizan desde el principio. Nadie podía imaginar que los fichajes que llegarían a Mareo lo harían desde ligas tan dispares como la Jupiler Pro League de Bélgica, la Superliga suiza o la Premier League israelí. Lugares y competiciones desconocidas que otorgan a la plantilla rojiblanca el cartel de "equipo incógnita".

Lo cierto es que la pretemporada ha servido para ver cómo el técnico pucelano encajaba estos jugadores en su puzzle y de momento hay que decir que los números y los resultados avalan la apuesta por estos jugadores. También hay que recordar que durante los amistosos de verano el Sporting no se ha enfrentado a rivales de gran altura. Quitando al Chaves portugués y al Getafe madrileño, el equipo de Baraja no ha encontrado rivales de Primera División. Ambos encuentros se saldaron con sendos empate a cero goles. Buena noticia si el que responde fuera Baraja. El técnico rojiblanco da una especial importancia a la defensa, no quiere goles. "Dejar la portería a cero es una de las principales bazas que tenemos para estar arriba", decía el entrenador en sala de prensa. Al menos durante la pretemporada lo ha conseguido. El Sporting solo ha encajado dos goles durante el verano. El primero se lo hizo el Lealtad, equipo de Segunda División B, en Villaviciosa, pero el Sporting ganaría el partido por dos tantos a uno. El segundo gol se lo hizo el Pontevedra, también de la división de bronce nacional. Aquel encuentro finalizó con empate a uno. A partir de ese encuentro disputado en Avilés, cero goles encajados. Ni Sestao, ni Cultural Leonesa, ni los mencionados Chaves y Getafe fueron capaces a perforar la portería rojiblanca. El filial, en el último partido de la pretemporada, tampoco podría hacer gol al Sporting.

Los nuevos fichajes se han entendido a la perfección, al menos esa es la sensación que hay en defensa. Molinero es un jugador con una dilatada trayectoria en el fútbol español y que hace un par de temporadas fue clave en el ascenso del Getafe de Bordalás. Además, y debido a la falta de rivales para Canella, ha jugado varios encuentros como lateral izquierdo. En el centro de la defensa Peybernes ha dejado muestras de su carácter y de su anticipación en los balones aéreos, puede tener más de una oportunidad tras la marcha de Barba al fútbol italiano.

Por su parte André Sousa, el segundo de los portugueses llegados a Gijón este verano, sorprendió en Mareo por su despliegue físico y por su buen desplazamiento de balón. Le costó coger el ritmo en los primeros compases de pretemporada, pero parece que será importante para Baraja. De quien de momento es pronto para hablar es de Robin Lod. Una lesión le tiene apartado del grupo, pero su currículo le hace merecedor de un buen margen para demostrar su valía. Los primeros minutos que jugó gustó mucho en Mareo. Algo parecido pasa con el último en llegar: Isaac Cofie. El ghanés solo ha jugado un partido, pero su prestancia por delante de la defensa parece ser lo más destacable del mediocentro defensivo.

Lo intenta Baraja con Pablo Pérez en todos los encuentros pero el canterano no es delantero. Se desgasta, lo da todo, intenta aportar una segunda jugada, pero no llega nadie. El Sporting no tiene delanteros y le hacen mucha falta. Neftali Manzambi llegó a Gijón como quien entra en una fiesta a la que no está invitado, pero pronto se hizo el centro de todas las miradas por su rapidez y técnica. Solventados unos problemas iniciales con su club de origen, el Basilea, el jugador se ganó su hueco en el Sporting, aunque de momento con ficha del filial. El suizo comenzará con el segundo equipo y aprovechará su edad para poder jugar con ambos conjuntos. Baraja lo tiene en mente, pero sigue pidieno refuerzos.

Y es que durante el verano el Sporting logró muy pocos goles, quitando el partido en Barakaldo contra el Sestao y la victoria contra el Lealtad, en ninguno fue capaz de anotar más de un gol. Victorias por la mínima contra la Cultural y contra el filial y poco más. El debe del Sporting está en el ataque y eso hay que pagarlo. El club rojiblanco, que inicia la Liga el sábado en Alcorcón, tiene poco más de dos semanas para solucionarlo.