Queda la incógnita de saber lo que habría pasado si el Sporting hubiese dado un paso hacia adelante mucho antes. Tuvo que llegar el tanto del Alcorcón mediada la segunda parte para que los rojiblancos, flojos y bastante conservadores hasta entonces, despertasen y diesen un paso hacia adelante en busca del gol. Sea por la falta de ritmo o por la ausencia de un delantero y de un jugador que marque diferencias, el Sporting no se encontró cómo durante el partido. Los rojiblancos estuvieron planos, faltos de ideas y sin profundidad. Hasta que la entrada de André Sousa y el canterano Pelayo Morilla en los últimos veinte minutos sirvieron para despertar al equipo, que salvó un punto en el último instante gracias a un golazo del medio portugués.

La principal lectura que deja el partido de Alcorcón es que aún le falta mucho a este Sporting. Un equipo sin acoplar, que lo intenta, pero que no tiene chispa. Aunque al menos sí da muestras de que parece que será un equipo férreo al que costará hacerle gol. El crecimiento de los rojiblancos esta temporada pasará porque Torrecilla acierte con el delantero que complemente a Blackman y con un jugador que se eche el equipo a la espalda. Porque ayer en Alcorcón no hubo un líder sobre el campo. Carmona lo intentó de forma tímida en algunas fases, pero no fue hasta la entrada de André Sousa y Pelayo Morilla cuando el Sporting tuvo empaque en los metros finales y determinantes.

La nota positiva es la buena sensación que dejó André Sousa en los poco más de 20 minutos que jugó. Al portugués no le quemó el balón, se atrevió a dar ese último pase que tanto faltó durante una hora de partido y, además, le gusta intentarlo y disparar. Y así, en el último suspiro, cuando el partido parecía muerto, André Sousa se echó al pecho un balón despejado por el Alcorcón, lo bajó y con una gran volea con su pierna zurda salvó un punto para el Sporting.

Igual que la temporada pasada, los rojiblancos se traen un empate de Santo Domingo, y enlazan así seis temporadas seguidas puntuando en la primera jornada de Liga. En una categoría que se presenta muy igualada, el Sporting debe mantener su buena línea de trabajo defensivo y no ser conformista, y atreverse como hizo ayer en el tramo final de Alcorcón.

Quizás la próxima jornada, o con el paso de las semanas, el Sporting vaya virando hacia otra línea. Al menos en lo que se refiere a la predisposición inicial, con un toque mucho más internacional. Puede que Santo Domingo sea un oasis, pero en el debut de Liga en Alcorcón Baraja solo alineó de mano a dos fichajes y contó con dos jugadores del filial de la pasada campaña -Nacho Méndez y Pablo Fernández- y otros dos jugadores crecidos en Mareo -Pablo Pérez y Canella-. Sorprendió la ausencia de André Sousa y la presencia de Pablo Fernández en la banda izquierda. El resto del once inicial fue el previsto.

Mientras van llegando los refuerzos que faltan, al menos tres, y cogen la forma los que han venido este año, Mareo y la base del curso pasado se echaron el equipo a la espalda en un partido que comenzó y continuó siendo el típico primer partido de competición. El Sporting no quiso correr riesgos y prolongó la solidez que tuvo atrás durante la pretemporada, pero acusó la ausencia de jugadores que se atrevan en ataque.

Como el año pasado, el conjunto rojiblanco tuvo que hacer frente al calor, a un campo pequeño y a un rival sin complejos, débil en defensa, pero que se atreve a llegar al área contraria. No se rozaron los 40 grados, pero se rondaron los 30 durante casi todo el partido. Y ese notó en las impresiones y en partido muy lento y anodino. Fue el Alcorcón el primero que se atrevió a intimidar el área de Mariño, con un duro disparo desde la frontal de Nono, un centrocampista que ya se soltó el año pasado y que esta vez volvió a repetir. En el Sporting el mayor peligro en la primera mitad llegó tras una buena combinación de Santana con Carmona en la que a Nacho Méndez se le echó encima un rival a la hora de rematar, y poco después con otro buen avance de Santana, que se apoyó en Nacho Méndez, y le dejó al balón a Pablo Fernández que lo intentó sin éxito con un disparo desde la frontal.

Tras la vuelta de vestuarios el Alcorcón fue el que más empeño puso para marcar. Poco a poco empezó a encerrar al Sporting, que solo tuvo en ese tramo inicial una aproximación por medio de Carmona, tras una gran combinación con Pablo Pérez, pero su disparo flojo con la izquierda lo atrapó Dani Jiménez. El conjunto alfarero avisó primero por medio de Bellvis, tras un fuerte disparo con la zurda desde fuera del área, que atajó Mariño, que volvió a ser de lo mejorcito del Sporting. Y poco después Álvaro Peña volvió a pegarle duro, y tras pegar en el larguero, logró marcar.

Ahí Baraja cambió el sistema, puso a dos delanteros, y Sousa junto a Pelayo Morilla reactivaron al equipo. El Sporting lo empezó a intentar y a disparar a portería, cosa que casi no había sucedido hasta el momento. Y fue justo sobre la bocina cuando una volea de Sousa rescató el primer punto de la temporada.