La espera llegó a su fin. El reencuentro se produjo en El Molinón. Atrás quedan dos largos meses y medio en el que los aficionados del Sporting tuvieron que superar la decepción que supuso la eliminación de los rojiblancos a manos del Valladolid en el play-off de ascenso a Primera. "Ya había mono de fútbol", detallaba Coral Álvarez, que acudió al estadio junto a Kike Fernández, procedente de Bilbao.

Ni siquiera el Mundial disputado en verano en Rusia sirvió para aliviar las ansias de fútbol, de ver en directo a su equipo. "Existan decepciones o no, se olvidan las críticas, el Sporting es pasión", resumía Nel Riesgo. El contador de ilusión comenzó de cero ante el nuevo proyecto iniciado por el equipo que encabeza Rubén Baraja. 21.586 espectadores acudieron al estadio para disfrutar del estreno. Los nervios no faltaron en los prolegómenos, ansiosos por ocupar su butaca ataviados con sus mejores galas rojiblancas.

Y el balón comenzó a rodar sobre la alfombra verde del estadio gijonés. Mucho que ver, con Djurdjevic como uno de los jugadores protagonistas. También los focos se centraron en el debut de Álvaro Jiménez, pero las miradas se fueron al cumpleañero Hernán, autor del primer gol esta temporada en el estadio gijonés.

El nuevo proyecto arrancó con la esperanza de que este año sí se logre el ansiado ascenso porque para Nel Riesgo se mueve con una "fe inquebrantable" que respalda Coral Álvarez, esperanzada por un nuevo proyecto que "me gusta, creo que una vez que se conjunten harán algo interesante". El Molinón estrenó grada de animación y revivió la intensidad en las gradas del pasado. Cada acción fue vitoreada o protestada. Había ganas de reencuentro.