Como uno más, incluso con cara sonriente en varias fases del entrenamiento, Pablo Pérez volvió a entrenarse junto a sus compañeros ayer en Mareo tras resolverse su futuro. Ni en Alcorcón, donde fue titular, disfrutó del partido. Pablo Pérez era consciente que tenía muchas papeletas para abandonar el equipo tras la llegada de los últimos fichajes. Pero el viernes ningún equipo de Segunda pudo asumir por culpa del tope salarial el porcentaje necesario de su ficha para que saliese cedido. Y ayer Pablo Pérez comenzó su nueva oportunidad para pelear por un puesto en el Sporting y convencer a Rubén Baraja.

"Con las últimas incorporaciones, con su agente, se valoró la posibilidad de que pudiese salir. Había dos equipos que le querían inscribir, pero no han podido", reconoció ayer Miguel Torrecilla, director deportivo del Sporting, que aprovechó también para lanzar un mensaje de optimismo sobre su futuro al canterano: "Al final nos quedamos igual de satisfechos por su continuidad".

La situación de salida de Rachid también se vio afectada por la economía de los clubes de Segunda. De ahí que se apurase hasta el final del mercado para encontrarle un destino, y al no aparecer el club optó pr rescindirle. "Hemos estado todo el mercado buscando soluciones. Ha habido mucho trabajo de trabajar en nombre de Rachid en muchos países y en España", destaca Torrecilla, que añade también que "hubo equipos a última hora que podían entrar en sus plantillas, pero el tope salarial de muchos clubes le ha impedido entrar".

Con la salida de última hora de Rachid el Sporting se queda con una plantilla de 23 jugadores, pese a que Baraja habái pedido contar con una plantilla corta. En estos momentos solo hay dos fichas libres. Una situación que podría provocar que Álvaro Jiménez pase a llevar el dorsal 7 que deja libre Rachid en vez del 12 que se le tuvo que asignar la pasada semana, ya que el 25 estaba reservado para si el Sporting consideraba oportuno reforzarse con un tercer portero.