Quizás fueron los nervios del primer gol de la primera participación como titular, lo cierto es que Pelayo Morilla fue uno de los destacados en el partido de ayer y la camiseta con la que jugó ya tiene un lugar en su casa. El canterano prometió guardarla y "contárselo a mis hijos", y eso que solo tiene 17 años. La frescura con la que el jugador del Sporting encaró en su banda y nutrió de balones a los hombres de ataque contribuyó a que el conjunto rojiblanco esté en el próximo bombo de la Copa del Rey. Como ya se han ventilado a la mitad de los equipos de la Segunda División, ahora solo quedan once. La próxima ronda del trofeo del KO supondrá que los equipos de la división de plata vuelvan a enfrentarse entre ellos. Al ser impares sobra uno, ese conjunto tendrá la suerte de pasar como exento y dirigirse directamente a la siguiente ronda de la Copa del Rey, la que enfrentará a los equipos de La Liga 1/2/3 con uno de Primera División que no esté en competición europea, buen regalo. La plantilla del Sporting espera que les toque a ellos, como reconoció tras el choque de ayer el portero Mariño: "Ojalá, no nos vamos a engañar, así nos evitaremos un partido más". El cancerbero hizo además alusión a la noticia adelantada por LA NUEVA ESPAÑA: el gallego podía haber cambiado de equipo, pero se mantuvo en sus trece de seguir en el Sporting. "Para que yo deje Gijón tiene que haber algo muy importante detrás y que me motive muchísimo. Estoy muy a gusto, me quieren, soy respetado y querido, no tengo la intención de irme porque sí", explico el portero del Sporting titular ayer en Soria en detrimento de Christian Joel, meta del filial.

También pasó por la sala de prensa un tremendamente feliz Cristian Salvador. El zamorano está contento por los minutos jugados y a la espera de que Baraja "cuente con nosotros". Las reservas ayer se desquitaron y dieron una alegría a la afición tras la dolorosa derrota ante el Dépor en Riazor el pasado domingo.