La cara B y la cuenta pendiente de Baraja son los partidos a domicilio. Los números son contundentes. Desde su llegada al Sporting el Pipo se ha mostrado prácticamente intratable en El Molinón, con un balance más que favorable de 13 victorias, 1 empate y 2 derrotas. Pero cuando el toca viajar, el equipo cambia de forma radical su imagen, con un bloque mucho más conservador, menos fresco y con peores resultados. A domicilio el Pipo ha encajado nueve derrotas y se ha traído de saldo positivo tres empates y cuatro victorias.

El Sporting perdió dos veces y empató otra en sus tres primeros partidos a domicilio este curso. En la visita a Osasuna el conjunto rojiblanco no pudo inaugurar su casillero de triunfos como visitante, y ahora deberá esperar al cuarto intento, el lunes 8 de octubre en el Wanda Metropolitano ante el Rayo Majadahonda .

El curso pasado, al segundo intento, el Sporting consiguió su primer triunfo lejos de Gijón. Y en el último ascenso, con Abelardo, la victoria llegó en el primer viaje de la temporada. Baraja quiere evitar alargar una mala dinámica fuera, como sucedió por ejemplo en la temporada 2013-2014, cuando con Sandoval en el banquillo el Sporting tardó ocho partidos en sumar su primer triunfo como visitante.

Aquella temporada el Sporting empezó con empates en las visitas al Recreativo de Huelva (1-1) y Ponferradina (2-2). Después llegó una derrota ante el Alavés (3-0), tablas ante el Numancia (0-0), otra derrota frente al Girona (2-1), y dos empates frente al Córdoba (2-2) y el Murcia (1-1), que allanaron el camino hacia la primera victoria a domicilio en Lugo (1-3).

En las dos últimas participaciones del Sporting en Segunda la primera victoria a domicilio no se hizo esperar. El año pasado, tras empatar 0-0 en Alcorcón, el Sporting arrolló al Nástic (0-4). Antes, en el último ascenso, en la temporada 2014-2015, los rojiblancos debutaron con un triunfo en Soria ante el Numancia (1-2).

El año pasado el Sporting fue el mejor local de la categoría con 48 puntos, pero acabó siendo el séptimo mejor visitante, con solo 23 puntos. Baraja tardó cinco partidos en lograr el año pasado su primera victoria a domicilio, tras caer frente al Granada (2-1), Lugo (3-1) y Oviedo (2-1), y empatar en Lorca (0-0). Pero después cogió carrerilla y ganó en cuatro salidas seguidas frente al Sevilla Atlético (0-1), Huesca (0-2), Almería (1-3) y Valladolid (0-1). Sin embargo, esa carrerilla se truncó con un tramo final en el que el Sporting encadenó cinco partidos fuera en los que solo arañó un empate.

Baraja no quiere ahora repetir esa debilidad y prefiere seguir la línea de equipos como el Rayo Vallecano y el Huesca, que ascendieron a Primera tras ser el primer y el tercer equipo respectivamente que más puntos sumaron lejos de sus estadios. Pero de momento, no ha encontrado el camino.