Desperdició los primeros 45 minutos, pero llegó a tiempo para salvar un partido que tenía perdido. Y con merecimiento. Quizás por falta de confianza o por un aspecto meramente táctico, pero el Sporting B se vio ampliamente superado por la Real Sociedad B en la primera mitad. Se atrincheró en su campo y estuvo a su merced. Incluso perdiendo. Tras el descanso, todo cambió y salvó un punto en el tiempo de prolongación por medio de Gorka Santamaría. La disposición en el campo, la presión para ahogar a un equipo poderoso con el balón, su atrevimiento ir a por el rival y la actuación de Christian Joel, fueron claves para sumar un valioso empate que parecía una quimera.

Y es que la primera mitad fue blanquiazul en todos los aspectos. El cuadro donostiarra parecía ser de una categoría superior o el filial sportinguista de unas cuantas menos. La posesión fue abrumadora y Christian Joel se estiró para desviar un fuerte disparo de Roberto López. En el saque de esquina el portero cubano no pudo responder al cabezazo de Dávila. Fueron minutos preocupantes, de correr detrás del balón sin ningún sentido, con el agotamiento que ello conlleva a largo plazo. Quedará una imagen para el recuerdo, con el central Lapeña parado con el balón en sus pies, unos cinco segundos, sin que nadie del Sporting B le presionase. Todo esto por debajo en el marcador, atemorizados por su oponente. Espeso libró al filial de un problema mayor arrebatándole el balón a Thior, pero una pérdida de Pelayo la aprovechó Calvillo para lograr el 0-2 ante un filial sportinguista confuso, con Neftali jugando aislado en ataque y sin disparos entre los tres palos en toda la primera mitad. Fue el pobre bagaje de un Sporting B desconocido, desdibujado y en el que no dificultó en ningún momento a su rival, que se pudo llevar un resultado más cómodo en los primeros 45 minutos. Sin duda, la mejor noticia para el equipo sportinguista.

El paso por el vestuario fue un torbellino. El técnico José Alberto López puso a los suyos en su sitio con un discurso claro y conciso en busca de un cambio radical en el césped. Y cumplieron con ello. La entrada de Gorka Santamaría fue crucial en esta segunda mitad, no solo por el gol del empate, sino por acompañar a un solitario Neftali, que se estrenaba con la elástica del filial gijonés. El suizo recortó distancias tras una falta en la frontal que ejecutó con su calidad habitual Pedro. El balón golpeó en el larguero tras rozar en las manos de Zubiaurre, pero Neftali estuvo atento para marcar, con cuarenta minutos por delante.

Sin embargo, la alegría tuvo que contenerse pocos segundos después de un penalti por manos de Álex Zalaya. Pero Christian Joel estuvo sublime para detener el lanzamiento de Ander Guevara. El golpe moral fue doble. Primero por el tanto de Neftali y, posteriormente, por la parada del meta cubano.

Lo notó la Real Sociedad B y también el Sporting B, que adelantó con creces la línea de presión, lo cual creó dudas a su rival. Neftali, desaparecido en la primera mitad, irrumpió con potencia en la segunda. Desde el centro del ataque y también desde la izquierda, donde ofreció un buen centro a Pablo Fernández que detuvo Zubiaurre. El candasín dispuso de las mejores ocasiones, pero no llegó a materializarlas. Sí lo logró el filial gijonés en el último suspiro con otra falta al borde del área lanzada por Neftali. El balón choca en la barrera, Isma Aizpiri cabecea, responde Zubiaurre y Gorka Santamaría acaba fusilando la red ante el júbilo local por salvar un valioso punto cuando todo parecía perdido.

Cuatro puntos de seis

El Sporting B suma de esta forma cuatro puntos de los últimos seis posibles, recuperando sensaciones de forma intermitente. La aparición de Gorka Santamaría, con dos goles en las dos últimas jornadas, es un síntoma positivo para que el equipo de José Alberto López se asiente con mayor confianza en su juego en un difícil arranque liguero.