Es evidente que a Baraja no le gustó la imagen en Pamplona. El técnico rojiblanco achacó la pobre imagen del equipo en El Sadar a una mala interpretación del juego. No le gustó la elección de algunas decisiones en el juego. Ayer, en la vuelta al trabajo, el Pipo estuvo muy encima de sus jugadores durante el partidillo, corrigiendo la salida del inicio de la jugada, y haciendo especial hincapié en la presión.
El partido del sábado ante Las Palmas podría servir para que Baraja lleva a cabo el primer cambio de sistema de la temporada. Ayer el técnico del conjunto rojiblanco renovó el centro del campo por completo respecto al partido de El Sadar. En el entrenamiento la novedad fue la entrada de Cofie, como pivote por delante de la defensa, con André Sousa por delante junto a Robin Lod custodiando al centrocampista ghanés. Más allá del cambio de nombres, la novedad es el cambio de idea, con una apuesta por la contundencia con Cofie, y por la creación y elaboración con el portugués y el finlandés.
Aunque es cierto que la semana pasada también probó con este mismo centro del campo durante algunos entrenamientos, al final el Pipo decidió darle continuidad a los canteranos Nacho Méndez y Cristian Salvador. Sin embargo el resultado final de El Sadar apunta a una vuelta de tuerca para intentar ser el primer equipo que derrota a Las Palmas este curso.
Otro dato significativo fue la insistencia de Baraja en que Cofie acudiese junto a los centrales para pedir el balón en el inicio de la jugada, y también la insistencia para situar a Lod como segundo punta a la hora de defender. Del 4-1-4-1 de este inicio de temporada Baraja podría pasar ahora a alinear un 4-2-3-1, o una mezcla entre ambos, ya que en el entrenamiento de ayer se vio a Cofie, André Sousa y Robin Lod escalonados para intentar abarcar un mayor dominio en el centro del campo.
El Sporting, tras seis jornadas de Liga, es el tercer equipo que más faltas comete, con 103 en total, lo que supone una media de 18 por partido. Solo el Alcorcón (109) y el Málaga (107) cometen más infracciones que los rojiblancos. Esos datos, que a priori pueden reflejar un equipo muy enchufado, no se traducen en una mayor seguridad defensiva, porque el Sporting recibe una media de 12 remates por partidos por parte de los rivales, lo que le convierte en el séptimo equipo que más remates recibe de la categoría, con 72.
No ha dado el Sporting de momento con la tecla en ataque, pero las buenas sensaciones en la zaga también tienen sus fisuras, de ahí que Baraja quiere crear un equipo más intenso y enchufado desde la salida de balón del rival. El Sporting acusó la falta de gol en los últimos partidos por la ausencia de remates. Solo el Reus y el Nàstic, que llevan 46, empeoran los 48 remates que lleva el Sporting esta Liga, una media de ocho por encuentro. Por eso el Pipo quiere que su equipo adelante líneas, recupere rápido el balón y así pueda crear peligro.
