Igual que la pasada semana, Miguel Torrecilla volvió a respaldar Rubén Baraja siguiendo el entrenamiento desde uno de los banquillos del campo número 2. El director deportivo del Sporting quiso estar junto al técnico tras otro mal resultado en Liga. Aunque en esta ocasión la situación fue diferente. Si hace una semana ambos dialogaron abiertamente sobre el césped, ayer no hubo ese encuentro. Baraja finalizó la sesión y se fue directamente al vestuario, con Torrecilla detrás, pero sin charla entre ambos, al menos en público.