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El Sporting gana crédito en casa

El triunfo ante Las Palmas llena de moral a la afición, que va al campo con "mas ilusión que otra cosa"

El Sporting gana crédito en casa A. G.

"Venimos con más ilusión que otra cosa". Los últimos resultados del Sporting, con un empate y dos derrotas fuera de casa por la mínima, han hecho que el aficionado rojiblanco acuda al templo con más corazón de cabeza. Las malas sensaciones no han mermado el ímpetu de la hinchada sportinguista y sigue acudiendo a El Molinón en gran número y desde todo el mapa asturiano. Se encuentran, incluso, quienes deciden inaugurar una nueva peña, como Tamara Álvarez y sus compañeras de viaje. El próximo miércoles verá la luz la peña sportinguista Pravia Rojiblanca. "Ya estuvimos en Pamplona la semana pasada y volvimos cabizbajos. No nos gustan nada los cambios de Baraja, pero aún hay tiempo para mejorar", explicó Tamara. Desde Piedras Blancas llegaron al estadio gijonés David Pérez y Pedro Bravo, quienes echaban en falta a Cristian Salvador en el equipo, "uno de los mejores las últimas jornadas". "Con este equipo puede pasar cualquier cosa, que ganemos uno a cero o que nos metan tres, no hay término medio", explicaban momentos antes de entrar a El Molinón.

La familia de Borja Lorences acude cada quince días al campo rojiblanco, aunque en la jornada de ayer no las tenían todas consigo, "como no se gane va a haber pañolada". "Queremos ver a Blackman, pero el equipo necesita más intensidad, si el Sporting quiere ganar un partido no puede salir dormido", dijo Lorences. Para animar a Canella y a Djurdjevic, "porque lo necesita", llegaron desde Laviana Nacho, Pablo, Joaquín y Fernando, "Nos gusta que Baraja vuelva al sistema de antes, no tanto los inventos que suele hacer. Tenemos claro que si Djurdjevic logra un gol, luego llegarán muchos más", explicaba Nacho González. "Queremos ver a Peybernes, no sabemos si es bueno o no. Lod hoy (por ayer) va a hacer un gran partido y dará una asistencia", adelantó Joaquín Castaño.

La afición del Sporting respondió bien después de tres semanas sin conocer la victoria, algo que ambos entrenadores destacaron en sala de prensa y no es para menos. Desde Salas una familia al completo no quiso perderse el debut del más pequeño de todos en El Molinón. Nico, de cinco años, tenía muchísimas ganas de conocer por dentro el estadio de su equipo. Rubén Cembranos, su padre, le lleva "para que vaya aprendiendo lo que es sufrir con el Sporting". Al final Nico podrá contar el día de mañana que su primer partido en el estadio rojiblanco fue contra Las Palmas y el Sporting ganó uno a cero. Con él estuvo su abuelo Jaime González, que, pese a ser del Oviedo, no quiso que su nieto dejará de festejar un día como el de ayer. El Sporting puede presumir de tener una afición viajera y representativa de todos los rincones del Principado. Ayer, más de 20.000 personas se acercaron e El Molinón una vez más. Y es que al Sporting no se le agota el crédito en casa.

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