En su largo día por Asturias, con visitas a las directivas del Sporting y del Oviedo, la sede de la Federación o los árbitros del Nalón, Rubiales tuvo el momento más emotivo en los aledaños de El Molinón, junto a la estatua de Preciado. "Con él viví momentos increíbles. Ha sido un hombre irrepetible, muy querido, tanto en Gijón, como en el Levante, porque allí conseguimos con él un ascenso después de 40 años. Era muy divertido, humano, campechano y sincero", afirmó. Ya en Oviedo el presidente de la Federación tuvo palabras de cariño para César Martín, con el que coincidió en el curso 2006-2007 en el Levante. "Tenéis mucha suerte de contar con él, es un tío muy grande", dijo sobre el responsable de relaciones institucionales del club azul.