Los números de los delanteros del Sporting son el espejo de los problemas en ataque. Ninguno de los cuatro futbolistas que han actuado como referencias ha logrado marcar a lo largo de las ocho primeras jornadas. Tampoco hubo demasiadas oportunidades para conseguirlo. Nueve disparos han efectuado entre Djurdjevic, Neftali, Pablo Pérez y Blackman, según recoge la estadística que elabora la propia Liga de Fútbol Profesional. Lo más llamativo es comprobar que el que ha participado en menos partidos, Pablo Pérez, ostenta la mejor ratio en cuanto a minutos disputados e intentos realizados: un disparo entre los tres palos, en 80 minutos.
Las jornadas pasan y los delanteros del Sporting siguen sin marcar. Lo que comenzó como una anécdota empieza a tornarse en un problema importante que evidencia la dificultad en las que está inmerso un conjunto llamado a pelear por los puestos de ascenso a Primera División. Especialmente alarmantes son los números a domicilio, donde sólo han sido capaces de sumar en la primera salida, la realizada a Alcorcón, en la jornada inaugural del campeonato. Fue en ese partido en el que Pablo Pérez actuó como el delantero titular. Tras disputar los primeros 80 minutos, desapareció del equipo. Sólo sumó 11 minutos más, pero en Copa.
La llegada de Djurdjevic, el fichaje más caro de la historia del Sporting, desterró al gijonés de la alineación. El serbio ha encadenado siete titularidades consecutivas sin llegar a rentabilizar en goles la confianza del entrenador. A ello se unió el hecho de que el segundo delantero firmado este verano, Blackman, inició la campaña lesionado. El Pipo echó mano entonces de Neftali como hombre de refresco. El ghanés, con pasaporte suizo, ha participado en cinco partidos de Liga, en los que ha dejado un disparo entre los tres palos en 93 minutos. Llegó a ser titular en Copa, en un nuevo gesto de que Baraja no ve a Pablo Pérez como alternativa para la punta de ataque. El último en asomar ha sido Blackman. Con minutos ante Osasuna, UD Las Palmas y Rayo Majadahonda, el inglés sólo ha hecho un disparo, lejos de la portería. En el Wanda tuvo ante sus botas un balón para empujar, a pase de Álvaro Jiménez, pero erró en otra muestra del nerviosismo por terminar cuanto antes con la falta de goles de los delanteros rojiblancos.
