Los enfrentamientos entre el Sporting y el Reus se limitan a tres partidos, dos de Liga el año pasado en Segunda, con victoria y empate para el Sporting, y uno en Copa con triunfo rojiblanco. La derrota, que llegó el año pasado un 4 de noviembre en el Municipal de Reus, se produjo en una noche muy lluviosa, con un Sporting muy fallón, y que inició un cambio de dinámica que se acabó un mes después con la destitución de Paco Herrera.
Aquella noche, en el Municipal, el Sporting aspiraba a un triunfo que le permitiese dormir como líder, a la espera de los resultados de sus rivales. Pero las dudas que llevaba arrastrando el equipo las últimas semanas, pese a enlazar cinco jornadas invicto, comenzaron a confirmarse aquel día. El Sporting inició su peor racha de la temporada, con seis partidos seguidos sin ganar y un pobre bagaje de 2 puntos sobre 18 posibles. El resultado final fue la destitución de Paco Herrera y la llegada de Rubén Baraja, que aunque logró encauzar el rumbo, se quedó a las puertas del ascenso a Primera.
En Reus, el 4 de noviembre de 2017, el Sporting salió derrotado 1-0, tras un golazo de falta de Ledes desde la frontal del área para el conjunto catalán. En la primera mitad Santos desaprovechó una ocasión clarísima para marcar, al fallar un mano a mano con Edgar Badía. "Dispuse de dos grandes oportunidades y no las convertí. No puedo fallar lo que fallé", señaló Santos, que acabó siendo el máximo goleador del equipo.
La falta de efectividad condenó ese día a los rojiblancos, que se empezaron a secar en ataque y a encajar con excesiva facilidad goles.
Paco Herrera formó en aquel partido con Mariño; Calavera, Álex Pérez, Barba, Canella; Álex Bergantiños, Sergio; Carmona, Viguera, Rubén García; y Santos. Curiosamente ese once, con el único cambio de Viguera por Jony, fue con el que terminó la temporada el Sporting, y con el que obtuvo los mejores momentos de juego y resultados durante la segunda vuelta de la Liga el año pasado, pero con Paco Herrera ese bloque no acabó de carburar.
Aquel día el Sporting acusó su falta de juego e ideas, pero Paco Herrera manifestaba al término del partido que confiaba en que fuese un bajón puntual: "La derrota no es justa, el partido ha tenido dos ocasiones de gol y las dos han sido nuestras". Además el técnico catalán, pese a que el equipo empezaba a derrumbarse, seguía creyendo en las posibilidades para aspirar al ascenso: "Creo en este equipo y en que, cuando llegue el final, estaremos arriba".
Aquella derrota en Reus hizo tambalearse el proyecto de Paco Herrera, que en las semanas posteriores firmó dos empates con el Valladolid en casa (1-1) y el Albacete fuera (2-2), y otras tres derrotas ante Cádiz (0-3), Zaragoza (0-1) y Barcelona B (2-1).
