Uros Djurdjevic, al que le gusta más que el llamen Djuka, suma minutos y minutos con el Sporting, pero no acaba de demostrar la confianza que ha puesto en él la dirección deportiva, que este verano le convirtió en el fichaje más caro de la historia del Sporting. Pasan los partidos y el serbio -al margen de encararse con árbitros, jueces de línea..., una costumbre que le acabará costando un disgusto- acumula un estado de ansiedad por no ver puerta que empieza a salpicar al resto de sus compañeros. Al margen del penalti fallado -Carmona se quedó con las ganas-, el serbio se convirtió en varias jugadas en un estorbo para sus compañeros. En la primera parte quiso palmear a la red un balón que era franco para el remate de Álex Pérez. Gol del central madrileño que fue anulado. Lo del serbio, que sí es cierto que ayer participó mucho más en el juego que en partidos anteriores, empieza a ser un expediente X. Uno de 2,5 millones.
El Sporting lleva 18 partidos consecutivos en casa marcando al menos un gol. La última vez que los rojiblancos se quedaron a cero como locales fue la temporada pasada en la jornada 17. Aquella noche, todavía con Paco Herrera en el banquillo, el Zaragoza (0-1) asaltó El Molinón complicando el futuro del técnico catalán en Gijón. En 13 de esos 18 partidos, el Sporting logró marcar más de un gol. Algo es algo.
