La afición del Sporting de Gijón está harta. Cansados de los malos resultados y del pobre juego que desarrolla el equipo rojiblanco, han dicho basta y han despedido al equipo con una pitada de las que difícilmente se olvidan. Y es que la pitada que ha recibido el equipo tras el empate sin goles frente al Córdoba esta noche es de las que hacen época.

Pero la ira de la grada de El Molinón iba dirigida, sobre todo, contra la directiva. "Directiva dimisión" ha sido el cántico más repetido durante el partido y especialmente al término del mismo. También Rubén Baraja se ha llevado su parte. La grada ha pedido también que se vaya tras encadenar cuatro jornadas sin ganar, las tres últimos con resultado de empate. Dos goles han marcado en esos últimos cuatro encuentros.