El pasado reciente del Sporting va muy ligado al Eibar. Días de gloria y penas resumidos en una última década que dejó tardes como la del quinto ascenso a Primera en la historia del club, con los armeros, hoy rivales en Copa, como testigos. El 15 de junio de 2008, el equipo dirigido por Manolo Preciado tocó el cielo con un triunfo ante los vascos por 2-0, con goles de Bilic y Luis Morán y ante casi 24.000 espectadores. De aquel once titular sólo queda Canella, el mismo que lloró amargamente en Ipurúa, la casa de los vascos, la vuelta a Segunda del equipo hace tan sólo un par de años. Eso, sin embargo, es otra historia.

"El Sporting, fiel a sí mismo", tituló LA NUEVA ESPAÑA la crónica del triunfo que dio el ascenso a Primera al Sporting en la temporada 2007-2008. En ella se refleja el aspecto práctico de un equipo "jugó lo justo y sacó la máxima rentabilidad de sus oportunidades". El once titular de Manolo Preciado fue el formado por Roberto; Sastre, Iván Hernández, Jorge, Canella; Pedro, Matabuena, Míchel, Kike Mateo; Barral y Bilic. En la segunda parte, Luis Morán sustituyó a Pedro; De Lucas, a Bilic y Raúl Cámara, a Kike Mateo. En el bando rival, Cuéllar, que a la siguiente campaña se convertiría en jugador del Sporting, se quedó en el banquillo. Manu Herrera, meta visitante, se quedó sólo ante el peligro. Y es que la crónica destaca "la mansedumbre de un Eibar que no tiró ni una vez a puerta".

"Es el día más feliz de mi vida deportiva, sin duda", afirmó Preciado tras el triunfo y el que fue, a su vez, su quinto ascenso de categoría como entrenador. "Estoy que no entro en mi cuerpo", resumió por la alegría de una vuelta a Primera. "La ciudad se merece este triunfo", señaló Mate Bilic, uno de los grandes héroes del épico final de campaña del conjunto rojiblanco. "No somos conscientes todavía de lo que hemos hecho", apuntó Kike Mateo, otro de los protagonistas de un año en el que el sportinguismo se enganchó tremendamente al equipo. "Quién me iba a decir a mí que con 20 años iba a jugar en Primera y en el equipo que quiero", comentó entonces Roberto Canella, hoy capitán, con 300 partidos ya a sus espaldas .

Gijón se tiró a la calle para celebrar por todo lo alto un éxito que se compartió con los jugadores en un multitudinario paseo por las calles de la ciudad a bordo de un autocar descapotable. Días felices que, esta temporada, aspira a repetir el conjunto rojiblanco.