El marrón en el que habitualmente la Copa del Rey se convierte para los equipos de Segunda, le sirvió ayer a Rubén Baraja para revolucionar el once. Cinco cambios para dar protagonismo a los que brillaron en el torneo del KO frente al Eibar. El técnico rojiblanco hizo rotaciones en todas las líneas salvo en la portería, donde Mariño sigue siendo insustituible. Djurdjevic recuperó su sitio tras el jarabe de banquillo ante el Córdoba y su gol -el primero en España- ante el Eibar. Cristian Salvador y Hernán suplieron a André Gomes y a Cofie, y Geraldes a Canella, mandando a Molinero a la izquierda. Pablo Pérez tuvo premio a su moral e insistencia: titular y en su posición natural. Y el gijonés marcó a la primera, con el pecho, en una diana calcada a la que hizo con el filial al Oviedo. Pero al final, el resultado de siempre.
