En menos de 48 horas, Miguel Torrecilla, director deportivo del Sporting, ha salido públicamente en dos ocasiones a dar la cara por Rubén Baraja. El martes le ratificó, cuando el entrenador rojiblanco se encontraba en el alambre y desde la directiva se apostaba por su destitución y darle la alternativa a José Alberto, técnico del filial. Y ayer, el director deportivo se plantó en el entrenamiento del primer equipo para respaldar al Pipo.

Por tercera vez esta temporada, y de nuevo en un momento delicado, Torrecilla siguió la sesión de trabajo del conjunto rojiblanco sentando en uno de los banquillos del campo número 2 de Mareo. Las otras dos veces que lo había hecho fueron en septiembre, tras el empate en casa frente al Numancia, y una semana después tras la derrota en la visita a Osasuna. Fueron los dos primeros momentos de dudas con Baraja, que después se sofocaron con el triunfo ante Las Palmas. Pero después los rojiblancos enlazaron un mes de octubre sin triunfos, y una racha que se alarga hasta ahora con cinco jornadas sin ganar, y un triunfo con 7 puntos sobre 27 posibles en las últimas nueve jornadas.

La presencia del máximo responsable de la parcela deportiva en Mareo sirve para respaldar al técnico, pero también resalta el difícil momento que vive el equipo, con Baraja afrontando como una final el partido del domingo. El Pipo tiene una cuesta complicada para su supervivencia en el club, aunque el año pasado rindió mejor ante los equipos de la zona alta. El Sporting jugará en los tres próximos compromisos de Liga ante el Málaga, el Oviedo y el Granada. Los dos conjuntos andaluces marchan en primera y segunda posición de la categoría.

Es cierto que el Málaga llegará a Gijón muy mermado por las bajas, y tras perder el pasado fin de semana en El Sadar ante Osasuna, pero la tarea de vencer no será nada sencilla para un Sporting al que no le acompañan ni las sensaciones ni los resultados.

El año pasado Baraja sacó 19 puntos sobre 30 posibles en los partidos que afrontó ante los equipos que acabaron entre los diez primeros a final de temporada. Además, ante los cinco que quedaron en play-off o ascenso directo el conjunto rojiblanco ganó cuatro partidos y solo perdió uno.

El Sporting de Baraja ganó al Huesca (0-2) y al Rayo Vallecano (1-0), los dos conjuntos que subieron por la vía directa. Además, en la fase regular, el Sporting ganó al Valladolid (0-1) y al Numancia (2-0) equipos que acabaron en quinta y sexta posición de respectivamente. En el resto de partidos que el Sporting jugó frente a equipos de la zona alta, también hubo otros dos triunfos ante Osasuna (2-0) y Granada (2-1), un empate frente al Cádiz (0-0) y dos derrotas, frente al Oviedo (2-1) y el Granada (2-1), éste último al final de la primera vuelta. Este año el mes de octubre, que en teoría se presentaba como plácido para el Sporting, se saldó con un bagaje de tres puntos sobre doce logrados frente a rivales de la zona baja de la clasificación. El Sporting cayó frente al Rayo Majadahonda en el Wanda (2-1), y empate ante Córdoba y Reus (en ambos casos 1-1), y sin goles en la visita al Cádiz. Noviembre ha empezado mal para los rojiblancos, con una derrota en Almería. Baraja, que tiene una vida extra gracias a Torrecilla, tiene ahora por delante una dura cuesta para seguir siendo el técnico del Sporting.

El Málaga será este domingo la primera final para el técnico, un conjunto que lleva sin ganar a domicilio desde el 3 de septiembre, cuando derrotó al Almería 1-2. Después el equipo entrenado por Muñiz perdió frente a Las Palmas (1-0), empató ante el Deportivo (1-1), y ha vuelvo a salir derrotado en sus últimos dos choques fuera ante el Elche (2-0) y Osasuna (2-1).