Si el jueves Torrecilla siguió el entrenamiento desde el banquillo en Mareo para respaldar a Baraja, ayer al director deportivo se le unió Javier Fernández, presidente del Sporting. Al término de la sesión los tres charlaron de forma distendida de camino al vestuario. En el momento de más debilidad, Baraja recibió el apoyo de dos de las personas que tienen mayor peso en el club.