"Es un punto insuficiente para nosotros, porque buscábamos ganar, pero reconforta cómo los jugadores con el apoyo de la gente han empujado y empatado un partido que se nos puso en contra por muchas dificultades". Baraja sale con un sabor agridulce a sala de prensa tras el partido. El técnico evita valorar su futuro en el club, pero muestra la sensación de que ha desaprovechado una oportunidad para reafirmarse en el cargo. "Sólo puedo estar disgustado por el resultado, porque mis jugadores han creído y lo han dejado todo en el campo. Siempre he pensado que algún día dejará de llover, es un día triste porque pensábamos que era el día para cambiar, pero mañana (por hoy) me levantaré con energía para preparar el derbi", resalta el entrenador del Sporting.

Nuevamente la grada se volvió a pronunciar para pedir su destitución. Incluso corearon el nombre de José Alberto, técnico del partido. "Estuve centrado en el partido, y lo que me quedo es que la afición ha ido con el equipo y ha empujado. Los jugadores dieron un paso hacia adelante, no se rindieron y pelearon el partido hasta el final", indica.

Sobre el partido de ayer ante el Málaga, Baraja lo cataloga como "igualado en la primera parte" y alaba del Sporting que "reaccionamos a su primer gol y después el 1-2 fue muy duro, pero nos volvimos a levantar. Mis jugadores han creído y lo han dejado todo hasta el último minuto".

El Sporting acumula seis jornadas sin ganar. Aún así, Baraja evita bajar los brazos. "Me vale de mucho ver que mis jugadores se entregan. Me da argumentos para creer que haber estado así nos va ayudar a cambiar esta mala dinámica", comenta antes de valorar el partido ante el Oviedo en el Tartiere: "Un derbi nunca es partido más. Es un choque que marca tendencias. Jugamos en el mejor escenario posible para cambiar la dinámica y que sirva como un punto de inflexión".