Con el empate de ayer en Ipurúa, el Sporting logró pasar a octavos de final diez años después de su última clasificación. Entonces, los rojiblancos vencieron al Numancia. Así, el equipo gijonés logra meterse entre los dieciséis mejores de la competición y seguir soñando con poder realizar una buena actuación copera. Y lo hizo, si cabe, en una temporada donde el billete copera está más caro que nunca. Para muestra, un dato: el Sporting es el único equipo de Segunda División que se cuela entre los dieciséis mejores de la Copa.

Y lo hizo, además, sumando su tercer partido consecutivo sin perder. Desde que José Alberto relevara a Rubén Baraja en el banquillo gijonés, los rojiblancos no conocen la derrota. Tras dos victorias ligueras, el Sporting realizó ayer un muy buen encuentro que no pudo ratificar con la tercera victoria consecutiva. El empate logrado en Ipurúa tiene su valor en el partido de ida, en El Molinón, donde los locales lograron una victoria por 2-0.

El planteamiento rojiblanco ayer fue claro: hacer bueno el resultado de la ida pero sin encerrarse atrás. Así, el Sporting supo defenderse y, a partir de ahí, buscar opciones en ataque con balones largos a Pablo Pérez y Blackman para poder montar contraataques y segundas jugadas. Así llegó el primer gol, con una apertura del inglés que hicieron buena entre Espeso y Lod para que Jiménez rematara. En la segunda parte, y tras el 0-2 de Pablo Pérez, el equipo supo sufrir para estar, diez años después, en octavos de final.