Hace dos años, en Éibar, el Sporting se llevó el mazazo de descender a Segunda. Ayer faltó poco para sumar la tercera victoria de la era José Alberto, aunque pese a no poder hacer pleno, el empate sabe a victoria. Los rojiblancos confirmaron en Ipurúa su momento dulce. El Sporting es el único equipo de Segunda clasificado para octavos de final de la Copa del Rey. Y lo más importante, cada partido sirve para que el equipo dé un paso más en su crecimiento para salir del ahogamiento vivido en octubre y parte de noviembre con Baraja. Hasta la segunda unidad cumplió ante un duro hueso como el Eibar, que se topó de forma continua con un espléndido Dani Martín. El Sporting tiró de oficio y valentía, fue un puñal al contragolpe y encontró por fin la calidad de Lod para dejar sentenciado la eliminatoria en el descanso.

Solo dos jugadores, Cofie y el centrocampista finlandés, repitieron con respecto al once del último partido de Liga. Espeso debutó con asistencia incluida con el primer equipo del Sporting y Pedro Díaz disputó sus primeros minutos este curso. La filosofía no varió y el equipo salió a morder, sin especular con el 2-0 de la ida, y aprovechó la primera oportunidad para marcar. Un gol que puso cuesta arriba la eliminatoria para el Eibar, que en la segunda parte saltó al campo consciente de la difícil tarea de tener que hacer cinco tantos ante un Sporting que ahora cree en sí mismo y vuelve a tener chispa.

Es pronto porque solo van tres partidos con José Alberto al frente, pero el cambio de actitud es evidente. El Sporting tiene hambre y una tendencia de equipo que aspira a ganar, o que se le escapa el triunfo por muy poco. En su toma inicial, José Alberto ha sabido construir un equipo que puede adaptarse a diferentes escenarios y que ahora tiene por delante el reto de aguantar y ser regular, algo muy complicado en el fútbol actual. Por eso el mensaje de prudencia tiene que seguir estando presente en medio de la euforia que vive La Mareona.

El Sporting saborea el pase a octavos de Copa después de una década y afronta ahora con más firmeza el duelo de este domingo en Elche, donde está lo verdaderamente importante: la Liga.

Sin confianzas, y sin meterse en ningún lío, el Sporting salió decidido a resolver en la primera mitad. Y lo consiguió pese a que el Eibar tuvo varias ocasiones en el inicio. Apenas había transcurrido un cuarto de hora cuando los rojiblancos ya habían dispuesto de dos ocasiones. La primera, con una buena contra iniciada por Espeso, y continuada por Lod y Pablo Pérez, que acabó en las botas de Álvaro Jiménez, al que se le echó encima la zaga rival cuando se dispuso a disparar. Pero el extremo andaluz tuvo otro intento y ahí no perdonó. Lod recuperó en el minuto 13 un balón, que después abrió espléndidamente a la banda Blackman, el medio finlandés llevó a cabo una pared con Espeso, que la puso en la cabeza de Álvaro para poner al Sporting por delante.

El Eibar intentó reaccionar, pero se topó con Dani Martín, que atrapó sendos remates de Marc Cardona y Kike González, que acabaron desesperados con el meta gijonés, con el que chocaron una y otra vez durante la segunda mitad.

Cuando peor se encontraba el Sporting, Lod asumió galones y le entregó un perfecto pase entre líneas a Pablo Pérez, que batió con un disparo con la zurda a Riesgo, y dejaba al Sporting en una situación privilegiada.

De nuevo el centrocampista finlandés era protagonista. Su participación en los dos goles deja un buen sabor de boca y un atisbo de que aún se puede recuperar a un jugador que llegó para marcar diferencias por su calidad, pero que de momento solo se sabía de su buen juego por sus actuaciones con Finlandia. En Ipurúa Lod se reivindicó con su mejor partido desde su llegada.

La segunda mitad el Eibar salió decidido a intentar dejar al menos un buen sabor de boca ante los suyos. Y al menos se llevó el consuelo de un empate que deja un sabor amargo al Sporting, que acarició casi hasta el final la victoria. Aunque es cierto que tras el paso por vestuarios la aproximación más clara de los rojiblancos fue una arrancada de Blackman, al que pitaron un fuera de juego dudoso cuando se disponía a encarar a Riesgo.

El Eibar redujo ventajas en el minuto 51, con un pase largo de Arbilla y ante la duda de Molinero y Álex Pérez, que no cubrieron bien el avance de Cucurella, que definió con un buen disparo con la derecha. Y a falta de tres minutos para el final, y tras un acoso constante al área rojiblanca, Cardona efectuó un disparo en la frontal tras recibir un pase de Cucurella, el rebote tras el despeje de André Sousa le cayó a los pies de nuevo a Cardona, que llevó el balón a Charles, y ya definió solo ante Dani Martín.