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El curso avanza; la pegada, no

Djuka, al alza; Blackman pierde gas, y la delantera sigue sin encontrar su sitio

La apuesta de José Alberto por el 4-4-2 ha permitido a Uros Djurdjevic empezar a ver puerta. El balcánico demostró ayer que es algo más que un rematador, con jugadas lejos del área de mucho mérito, al margen de cazar su segundo gol en Liga. Lo que todavía no está claro es si Djuka sigue atrapado por la ansiedad de no ver más puerta, o simplemente le puede el gen egoísta que tienen todos los goleadores cuando pisan área. Ayer, antes de su gol, y tras una buena presión a la zaga maña, Nacho Méndez robó un balón franco en el área, pero fue atropellado por el serbio, que, mano a mano con el portero, lanzó al palo. Caso aparte es el de Blackman. El inglés demostró ayer que lo de rematar de cabeza no es lo suyo. Y poco más. El curso avanza, tanto como las dudas sobre la aportación de los puntas.

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