A escasos metros del lugar donde salía la Cabalgata de Reyes de Gijón, Eguaras se puso el traje de Rey Mago para regalarle el mayor deseo que tienen los delanteros del Sporting: el gol. Pero ni con esas Djurdjevic lo aprovechó, ni quedándose solo ante Cristian Álvarez tras robarle entre él y Nacho Méndez el balón al jugador de Zaragoza. El serbio con todo a favor chutó al palo, ante la desesperación de El Molinón. Ante el miedo de que como regalo tuviese carbón, diez minutos después Djurdjevic ya no desaprovechó su oportunidad. En un saque de esquina estuvo hábil para hacerse con un balón suelto, tras un remate previo de Álex Pérez. Y ahí no perdonó para hacer su segundo tanto del curso.

El Sporting había salido mucho más intenso que el Zaragoza. Una línea de presión muy alta, con el meta rival Cristian Álvarez jugando al límite con el pie ante la insistencia de los arietes rojiblancos, y con una sensación de superioridad de los rojiblancos. Ese arreón, sin embargo, no lo aprovecharon. Blackman no fue capaz de marcar tras un disparo de Djurdjevic, en el que incluso el británico despejó el balón, algo parecido en un remate de cabeza posterior que se fue en dirección contraria a la portería.

Daba la sensación de que el Sporting iba a acabar pagando caro ese dominio improductivo. Y así fue. El Zaragoza aprovechó un saque de esquina botado en corto para marcar por medio de Álex Muñoz, que se anticipó a Álex Pérez. Poco después llegaría la remontada, tras una gran apertura a la banda izquierda de Eguaras con el exterior. Lasure centró al punto de penalti, donde no fue capaz de rematar Marc Gual, pero al segundo palo apareció Raúl Guti para hacer el segundo. Antes del descanso incluso el Zaragoza reclamó un penalti de Mariño a Marc Gual, en el que no pareció existir ningún contacto.

El 1-2 dejó tocado al Sporting, que no reaccionó hasta bien entrada la segunda mitad. José Alberto dio entrada a Álvaro Jiménez para buscar más profundidad por fuera, tras otro mal partido de Traver, pero sin demasiado acierto tampoco en el caso del andaluz, que al menos sí lo intentó. La mejor ocasión de la segunda mitad para los rojiblancos fue un cabezazo de Djurdjevic, que remató al muñeco tras un centro de Álvaro Jiménez.

Pablo Pérez entró por el desapercibido Blackman, y Neftali por Nacho Méndez para intentar tener más presencia en el área rival. Neftali, desde la izquierda, tuvo un par de aproximaciones de peligro, pero sin puntería con disparos muy desviados. El Zaragoza, por su parte, pudo matar a la contra, pero le faltó el último pase para tener su opción. A la desesperada el Sporting acabó el partido con Álex Pérez jugando de delantero, pero sin que le llegase ningún balón.

A la sexta llegó la primera derrota con José Alberto. El Zaragoza, el único capaz de ganar los dos partidos al Sporting el curso pasado, frena la ilusión de un equipo que tiene por delante una semana intensa para reponerse: el martes Copa ante el Valencia y el sábado Liga en Albacete.

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