En una noche fría, con apenas cinco grados de temperatura, un partido entre semana a las nueve y media de la noche, y con los socios del Sporting pasando por taquilla, El Molinón presentó su peor entrada de la temporada, con 9.870 espectadores. Sólo cuatro días después de que el estadio gijonés contase con su mejor asistencia, El Molinón se enfrió, empeorando los 16.282 espectadores que estuvieron ante el Córdoba en el mes de octubre.

La derrota ante el Zaragoza tampoco ayudó para que hubiese más ambiente. Ayer aún se mascaba algo de decepción entre la afición rojiblanca, pero al mismo tiempo ganas de cambiar la situación pronto. "Confiamos a muerte en José Alberto. Sólo ha sido este tropiezo. A partir de ahora vamos a coger otra racha buenísima", indica Mario Ferreiro, que acudió junto a sus amigos Eloy Ameijide, Mario Pérez, Diego Piñeiro y Daniel Díez. Salvo Mario, el resto no tuvieron que pagar. "Estaría bien que se hubiese dado la Copa gratis a los socios para que hubiese mejor ambiente, ya que las dos primeras eliminatorias no fueron en casa", comenta Ferreiro.

El partido, en la previa, tuvo un momento cariñoso, con el homenaje de los fotoperiodistas a Puche, fallecido ayer a los 96 años, y que es recordado por ser el autor de la mítica volea de Quini. En la previa, acompañados del capellán del club, Fernando Fueyo, situaron un ramo de flores en una silla, junto a un peto y una foto del fallecido fotógrafo.

Las noches de Copa sirven también para que algunos aficionados que no lo hacen habitualmente puedan acudir a El Molinón. Como José Manuel Arias, que llevó a sus hijos Lucía y Miguel. "Es el regalo de Reyes", dice el más pequeño, que se declara fan de Carmona. "Venimos a veces, y la Copa es una oportunidad buena. Lástima que el formato no esté bien para los equipos de menor categoría", comenta Arias.

Al Sporting se le escapó en los ochenta la Copa, con dos finales perdidas. El único superviviente de Segunda pudo ayer disfrutar y dar una imagen más que aceptable con sus suplentes frente a todo un Valencia. Por eso en la primera parte sonaron los "olés" en la grada con los pases del conjunto de José Alberto. Y en la previa, la afición rojiblanca pudo incluso fotografiarse con el trofeo de la Copa en los aledaños del campo.