La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Bisturí

El Sporting recupera la fe a costa de dejar a Marce al filo del abismo

Los rojiblancos borran el traspié ante el Zaragoza con los reservas ante un Valencia en caída libre

Hernán trata de superar al valencianista Parejo durante el partido de ayer. J. J.

Noche de Copa en Gijón. Hacía diez años que los rojiblancos no cataban los octavos de final de un torneo que dio las mayores alegrías y bajones al Sporting. El rival, un equipo que históricamente ha ido teniendo su cuota de ADN rojiblanco: Eloy Olaya, Zurdi, Angulo, Villa, Javi Fuego... Y ahora Marcelino García Toral y sus ayudantes. Regresaba el hijo pródigo, el deseado por muchos para el banquillo un siglo de estos, a Gijón, donde fue jugador e inició su exitosa carrera como técnico en el fútbol profesional. Marce llegaba con su crédito, el que se ganó tras recuperar el año pasado al mejor Valencia, por los suelos después una temporada que comenzó y sigue torcida. Decían en Valencia que el de Careñes tiene un ultimátum en diferido: debía ganar en Gijón y el próximo sábado al Valladolid en Liga en Mestalla. Así que los de José Alberto amartillaron ayer los primeros clavos del ataúd de la etapa de Marce. Pero no, la de ayer no era noche para sentimentalismos. El proyecto de JA necesitaba otro chute de adrenalina para demostrar que lo del sábado ante el Zaragoza había sido un accidente, un problema puntual. Y así fue. Y encima ante todo un equipo de Liga de Campeones que, por mucha crisis por la que esté atravesando, no deja de estar varias plantas por encima del actual Sporting. Todo ello con los suplentes de un equipo que, de momento, pulula por tierra de nadie en Segunda. Por eso el fútbol es el mayor espectáculo del mundo. En pocos David acaba con Goliat. Aunque haya sido a costa del hijo pródigo y todavía quede un largo, muy largo partido de vuelta en Valencia. Pero al que le toca remontar es al Valencia.

Compartir el artículo

stats