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Un estreno accidentado | Tras la pifia de hace unos días

El VAR y el árbitro colaboran en el empate de los ches

La Copa tiene su propios códigos. Y uno de ellos es que puede resucitar a cualquiera. Blackman llegaba marcado al choque de ayer después de la pifia ante el Zaragoza, cuando no puso o no quiso rematar un balón de cabeza. Ayer salió en la segunda parte y se jugó el tipo ante el portero valencianista para cabecear al fondo de la red un buen centro de Traver, otro de los cambios. Otro de los "resucitados" fue Noblejas, con pocos minutos desde que llegó y que estaba en todas las quinielas para ser uno de los sacrificados en el altar del mercado invernal para hacer sitio a la siguiente remesa. Pero ayer lució como extremo e incluso logró el primer gol ejerciendo como delantero centro. Dos goles para que el sportinguismo recupere la moral, ahora por las nubes. Antes el Eibar, y ahora el Valencia.

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