No pudo ser y el Sporting dijo adiós en Mestalla al sueño de colarse en los cuartos de final de la Copa del Rey. Lo hizo con una más que notable primera parte, que no fue suficiente para acabar a la postre sucumbiendo en la segunda ante un Valencia, que con jugadores como Santi Mina, demuestra el porqué de la diferencia de categoría entre ambos equipos.

José Alberto cumplió el guión inicial previsto, presentando así para la que podía haber sido la sorpresa de estos octavos, un once con apenas dos de los supuestos titulares en Liga: Babin y Nacho Méndez. Y lo cierto es que durante los primeros cuarenta y cinco minutos, el equipo no sólo dio la cara, sino que fue incluso mejor que el conjunto ché. Gran parte del mérito del canterano, fundamental en esta plantilla a la hora de darle sentido al juego.

De hecho fue del Sporting la mejor y casi única ocasión del primer tiempo para ambos equipos, con un fallido remate de cabeza de Lod cuando se cumplía la primera media hora de partido. El jugador finlandés volvió a decepcionar, siendo además su banda un auténtico coladero, especialmente tras el descanso.

Justo antes de irse a los vestuarios, Pablo Pérez tuvo que abandonar el partido lesionado. Con él se perdía una de las referencias en ataque a la hora de retener el balón. Y el equipo lo acusó.

La segunda parte fue prácticamente un monólogo del equipo local, martilleando una y otra vez por su carril derecho, hasta que en una de esas internadas, cuando corría el minuto 65 y con José Alberto preparando la entrada de Djurdjevic, Santi Mina remató de cabeza un buen centro, anticipándose a Juan Rodríguez. No fue tampoco el día más feliz para el central gallego.

Trató de reaccionar de forma valiente el equipo sportinguista, sabedor además de que un segundo gol valencianista, apenas cambiaría nada, pues en cualquier caso toda opción para seguir soñando, pasaba por anotar un gol. Bien pudo ser Djurdjevic quien lo lograse en el 74, de haberse colado una volea que el balcánico conectó desde un lateral del área valencianista, cuando nadie se esperaba el tiro.

Sin embargo lo que llegó fue el segundo tanto local apenas dos minutos después, gracias a otro centro al que nadie salió a defender, y en el que nuevamente Santi Mina se anticipó a Juan Rodríguez.

Con diez minutos para intentar buscar la prórroga, José Alberto agotó los cambios, introduciendo a Pedro Díaz por un extenuado Noblejas. El Sporting lo intentó así hasta el final, pero lejos de conseguir su objetivo, se encontró en las postrimerías del tiempo reglamentario con el tercer gol en la meta defendida por Dani Martín, sacando petróleo el Valencia a una contra, con el equipo sportinguista completamente volcado en ataque.

En definitiva se puede decir que el Real Sporting, tanto en el partido de ida como en este vuelta, fue capaz de tutear a todo un Valencia, siendo el resultado de este martes quizás un tanto exagerado para los méritos contraídos por unos y por otros. En concreto, al Sporting le volvió a faltar algo más de pegada y sobre todo mayor contundencia a la hora de defender determinadas jugadas. Y también se demostró que hay jugadores con unas carencias que dan la razón a su suplencia en Liga.

Una vez eliminados en Copa, no queda sino centrarse precisamente en la Liga. Ante el Alcorcón debe ponerse la primera piedra para la 'remontadona'. No hay excusas.

Post Scriptum: para el próximo partido en El Molinón Enrique Castro 'Quini', es de esperar que el Real Sporting tenga un emotivo recuerdo para Don Juan Cueto, quien fuese directivo del club, y fallecido este lunes.