Visto con optimismo, la distancia que tiene el Sporting con el play-off es de solo seis puntos. Dos partidos. Una distancia asumible y recortable. Y prácticamente la misma que tenía el equipo la temporada pasada, cuando los rojiblancos tenían solo tres puntos más que ahora, y se encontraban a cinco de la sexta plaza, y acabaron remontando y llegando a entrar en la pelea por el ascenso a Primera. Pero la mala sensación que dejó la derrota ante Osasuna, con el peor partido de la era José Alberto, hace que la confianza en esa remontada disminuya. Además, los números también ofrecen un lado negativo. El Sporting finalizó la 25.ª jornada de Liga con 33 puntos, con un balance de 8 victorias, 9 empates y 8 derrotas, y con 26 goles marcados y 22 encajados. Esto significa que en Segunda en lo que va de siglo se está viendo al tercer Sporting que menos goles marca, también al tercer equipo con menos puntos en el mismo periodo y al cuarto que menos partidos gana a estas alturas de la competición.

El Sporting de la temporada 2012-2013, que empezó con Manolo Sánchez Murias en el banquillo y continuó con Sandoval. El de la 2005-2006 con Ciriaco Cano, en plena penuria económica, y el que inició el curso con Pepe Acebal y siguió con Maceda en la 2002-2003, son los que más se parecen al equipo actual, que tuvo un mal inicio con Baraja y que ahora no acaba de carburar tras la reacción inicial de la mano de José Alberto.

Fue Maceda el que pronunció la famosa frase "esto es lo que hay amigos" en la temporada 2002-2003, en un año en el que los rojiblancos tenían a David Villa y sus goles en su segundo y última temporada de rojiblanco. Pero el equipo no acababa de funcionar, y el técnico lo asumió con resignación. A estas alturas, en la jornada 25.ª los rojiblancos llevaban 32 puntos, con 7 triunfos, 11 empates y 7 derrotas, y con 25 goles marcados por 23 encajados. Ese equipo empeoró dos aspectos del actual (victorias y triunfos). Otros como el de Manolo Sánchez Murias y Sandoval, de la 2012-2013, tenían menos puntos (31) y menos victorias (7), pero aquel equipo acusaba su mala defensa, porque tenía chispa en ataque, ya que llevaba 32 goles, seis más que el de ahora.

Pero la plantilla que tuvo cifras peores en todos los aspectos fue la de Ciriaco Cano, en el año del centenario con una plantilla cargado de jugadores jóvenes -muchos de ellos con ficha del filial- a los que la temporada se hizo larga. El buen inicio fue diluyéndose con el paso de las semanas. En la 25.ª jornada tenían 32 puntos, habían ganado solo 7 encuentros, y el balance de goles a favor y en contra era de 25 a 21.

Es cierto que hubo muchos años en la que la situación del Sporting para comenzar la segunda vuelta no era la idónea, como la 2004-2005 o 2006-2007, con registros muy parecidos al curso actual. Pero en la época más reciente las comparaciones juegan en contra de los rojiblancos. Hace un año el Sporting tenía tres puntos más, había ganado dos encuentros más y perforado nueve veces más la meta rival (35 goles por los 26 de ahora).

Los mejores momentos, y que tuvieron final feliz, fueron los dos de los dos ascensos de este siglo. Con Abelardo en la 2014-2015 el Sporting tenía 48 puntos, había ganado 12 partidos y marcado 35 tantos. Y con Preciado en el curso 2007-2008 el equipo atesoraba 39 puntos, después de vencer en 11 ocasiones y marcar 36 tantos.

También hubo otras dos veces en las que los rojiblancos rozaron el ascenso. Esas dos veces el equipo iba mejor que nunca a estas alturas en algunos guarismos, como la temporada 2013-2014, con 41 tantos en 25 partidos, la mejor cifra del siglo. O en la 2003-2004, cuando habían ganado 14 encuentros y los rojiblancos marchaban líderes. Pero esas buenas dinámicas se quedaron sin el premio final del ascenso.