El Sporting se abraza a la épica. La historia reciente es testigo de ascensos y permanencias convertidas en pequeños milagros. En algo así se envuelve el objetivo de esta temporada, tras el nuevo golpe recibido en la visita a Las Palmas, donde la derrota ha alejado la zona de promoción a los 9 puntos. Una distancia que nadie ha salvado para terminar el campeonato dentro de los seis primeros clasificados. Al menos, desde que la competición adquiriera el formato de play-off para decidir el tercer conjunto que acompaña a Primera a los dos que encabezan la tabla, que suben directamente (2010-11). Ni el Valladolid, la pasada campaña, ni el Córdoba, en la 2013-14, protagonistas de las últimas grandes remontadas, estaban tan distanciados a estas alturas. En ambos casos, el margen a restar era de tres puntos transcurridas las 26 primeras jornadas.
El Sporting vuelve esta mañana al trabajo en Mareo tras el naufragio en Las Palmas. José Alberto deberá rearmar al equipo para buscar el triunfo el domingo ante el Rayo Majadahonda y detener una crisis de juego y resultados que puede comprometer aún más el final de la temporada. El técnico fue capaz de enderezar el rumbo a las primeras de cambio. El ovetense se estrenó con dos victorias consecutivas ante Granada y Tenerife y mantuvo a los rojiblancos invictos durante cinco jornadas hasta que el Zaragoza se cruzó en El Molinón para abrir el 2019. El nuevo año ha sentado fatal al Sporting.
La vuelta de Djurdjevic es la mejor noticia de una semana en la que El Molinón espera la reacción del equipo ante uno de los recién ascendidos a la categoría. Al duelo ante los madrileños le seguirá la visita a un Numancia que también navega en la zona media de la tabla. Los sorianos son el inmediato perseguidor del Sporting, a dos puntos. El Almería llegará después a Gijón y, a continuación, tocará viajar a Córdoba ante de vivir el derbi. El Sporting fija la mirada en hacer sus renacer aspiraciones antes del derbi. El duelo ante el Oviedo puede acabar de definir la tendencia en esa pelea abierta contra el imposible que dictan los números.
