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Exjugador del Sporting y asistente técnico en el Numancia, próximo rival rojiblanco

Cristian Bustos: "Quedan quince partidos y el Sporting es capaz de todo"

"No es fácil tener paciencia en el fútbol; es incongruente ver cómo un equipo que no juega bien se sostiene por las victorias"

Cristian Bustos, en primer término, seguido de López Garai. J. J.

"Con Aritz, al fin del mundo". Cristian Bustos (Petrel, Alicante, 29-5-1983) colgó las botas el pasado verano para volver a unir fuerzas con López Garai, junto al que tras una etapa en el Celta integró el centro del campo del Sporting en la temporada 2013-14. López Garai, entrenador del Numancia, próximo rival del Sporting, le fichó como asistente, labor desde la que recibirá el domingo en Los Pajaritos a un Sporting al que, pese a los once puntos de distancia con la promoción, "sigo viendo con opciones de engancharse".

- De rival del Sporting como futbolista hace un año, a hacerlo desde el banquillo.

-Ya se sabe la relación que tengo con Aritz (López Garai). Somos más que grandes amigos. Desde que nos conocemos ya teníamos la ilusión de formar equipo como entrenadores. Él empezó el año pasado, en el Reus, y a mí me quedaba todavía un año de contrato en el Lorca. Este verano a él le surgió el Numancia y a mí, aunque me encontraba bien y podía haber seguido algún año más jugando, me dio la opción de engancharme. No me ha dado tiempo ni a echar de menos el fútbol.

- ¿Cómo es su labor?

-Aritz (López Garai) asume la figura del entrenador y hay un segundo técnico, Ray, que conocíamos de hace tiempo y que tiene más experiencia. Mi labor como asistente técnico me lleva a trabajar junto a ellos en el día a día y, cuando hay partido, me subo a la grada y tengo hilo directo con Ray para estar pendiente de detalles. Estoy contento.

- ¿Cómo ve al Sporting?

-Más allá de que solemos visionar los últimos ocho partidos del equipo al que nos enfrentamos, siempre intento verles. Es un grandísimo equipo que se encuentra en una tesitura complicada. Está lejos de los puestos de arriba, aunque todavía queda mucha Liga y todo es posible. Nos vamos a encontrar a un rival herido que viene de un resultado muy inesperado. Sabemos cuáles son sus defectos.

- Iriondo reconoció el domingo que habían trabajado la debilidad de los rojiblancos al contragolpe.

-Sí, también escuché que José Alberto admitió ese aspecto. El Rayo Majadahonda es un equipo peculiar porque deja dos jugadores arriba en los saques de esquina en contra. O incluso tres futbolistas. Es cierto que le hicieron daño al Sporting así, pero tampoco hay que crear cierta psicosis con ello. Lo primero, que no nos hagan gol en las jugadas estrategia. Luego, ya veremos si podemos hacerles daño, o no.

- El año pasado, el Numancia disputó la promoción ¿Qué objetivo se marca ahora el equipo? (son decimosegundos, un punto por encima del Sporting)

-Pese a que la temporada pasada fue fantástica, aquí desde el principio todo el mundo tuvo claro que lo primero era la salvación sin dejar de ser ambiciosos. Llevamos todo el año metidos en la misma zona (mitad de la tabla), aunque quizá el fútbol nos haya castigado un poco. Creo que merecíamos un poquito más (en cuanto a puntos). Aún queda mucho. Tenemos que llegar a los 50 puntos, como todos los equipos modestos. Partido a partido.

- ¿Le sorprende que a estas alturas el Sporting sea decimotercero?

-Claro que sorprende. Es un equipo grande, histórico y su sitio está en Primera División. Dentro de la pequeña alarma que puede haber en Gijón por esta situación, que es normal, aún queda tiempo. Ya veremos cómo acaba todo. Quedan 15 partidos, que son muchos, y un equipo con la grandeza del Sporting es capaz de todo

- La última vez que el Sporting jugó en Los Pajaritos, en Copa, el Numancia fue pitado por su afición, entre otras cosas, por su apuesta por un fútbol combinativo ¿Cómo evolucionó todo hasta que, hace unas semanas, el club decidiera renovar al cuerpo técnico hasta 2020?

-Llegamos a un club en el que la filosofía de juego era diferente a la idea que intentamos transmitir. Aunque seas flexible, al final, si nosotros, como entrenadores, acabamos trasladando al jugador algo en lo que no crees, o crees menos, nos haríamos un flaco favor. Al principio fue complicado. Poco a poco se fue entendiendo que el equipo podía funcionar así y también les va gustando más. Ha formado parte de un proceso y también ha sido bonito, porque ahora la gente está disfrutando.

- ¿La paciencia es la ventaja de los modestos frente al cortoplacismo de la urgencia por ascender de los grandes?

-Quizá sea esa la fórmula, pero en el fútbol no es tan fácil tener paciencia. Muchas veces es incongruente ver cómo un equipo que no juega bien se sostiene porque termina ganando, pero es así. La presión de los grandes está ahí y eso no lo quitará nadie. Aquí somos ambiciosos, aspiramos a todo, pero con los pies en el suelo. Sabemos que la prioridad es la permanencia.

- ¿Cuáles son sus favoritos para subir?

-Hay una serie de equipos arriba muy potentes que es difícil que se vayan a caer. Dépor, Málaga, Granada, Albacete? El Oviedo se puede meter ahí y habrá más grandes como Las Palmas o el Sporting que, aunque estén lejos, todavía se puedan meter.

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