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Diego Mariño, portero del Sporting: "Mi ilusión es subir y disfrutar con el equipo en Primera"

"No podemos hablar de play-off cuando estamos a once puntos; no se sabe cómo estaremos en dos meses, pero ojalá que solo a tres o cuatro"

Fotomontaje con tres imágenes de Mariño ocupando, ayer, una de las porterías de la pista de la Escuela de Fútbol de Mareo. J.J.

Si juega el Sporting, nunca falta la parada salvadora de Mariño (Vigo, 1990). Tengan un buen día o no los rojiblancos, el meta gallego adquiere un papel determinante. En un momento difícil para el equipo, a once puntos del play-off, Mariño lanza un mensaje prudente, reconoce la complejidad de recuperar la desventaja con la zona alta, pero promete que el equipo lo peleará. En su conversación con LA NUEVA ESPAÑA, ayer en Mareo, valora también su futuro, y su deseo de poder volver a jugar en Primera con el Sporting.

- ¿Hasta qué punto supuso un alivio en el vestuario la victoria en Soria?

-Llevábamos tiempo buscándola. Nos ha servido para recuperar sensaciones y volver a ganar después de tres derrotas, que nos habían hecho mucho daño. Hemos vuelto a mostrar una buena imagen tras varios partidos en los que no estábamos contentos. Ha sido un bálsamo también para la motivación del vestuario.

- ¿Qué recuperó el equipo que no pudo mostrar en semanas anteriores?

-Volvimos a ser el bloque sólido que éramos y a competir muy bien. Hubo momentos muy difíciles, de mucho agobio del rival, y el equipo volvió a mostrarse sobrio y serio, para no dar oportunidades fáciles de gol al Numancia, y sabiendo lo que hay que hacer en cada momento.

- ¿Ha sido el momento en que peor lo ha pasado desde que está en el Sporting?

-Puede ser. Pero el año pasado el tramo que nos tiramos dos meses sin ganar un partido también fue duro. En este mes y medio hubo más impotencia que otra cosa, el equipo se lo dejaba todo, pero no llegaba esa victoria, y con el mínimo despiste nos llegaba un gol. Sentimos rabia e impotencia. No nos salía nada. Y los dos últimos partidos fueron muy duro, íbamos como pollos sin cabeza, sin estar bien plantados en el campo. No éramos capaces de plasmar lo que queríamos hacer. Y la derrota ante el Rayo nos dolió mucho, por la imagen y el murmullo de El Molinón.

- ¿El problema fue psicológico o de fútbol?

-Se juntó un poco todo, pero más que futbolístico, el problema fue de cabeza. Con el Deportivo o el Zaragoza competimos bien y merecimos más. Generamos ocasiones y no marcamos, y concedimos dos y nos mataron. Nos faltaba fortuna. No acababan de salir las cosas y perdimos esa identidad que habíamos mostrado.

- Tenían el objetivo de ascender. ¿Han acusado esa presión o les ha pasado factura el mal inicio y verse muy lejos de esos puestos con la obligación constante de ganar para acercarse?

-Nos ha afectado más vernos a ocho o diez puntos del play-off, que el mero hecho de tener el objetivo de ascender, porque sabemos que en el Sporting hay que aspirar siempre a lo máximo, y eso pasa por intentar ascender a Primera. Nos ha pesado más el vernos tan lejos, porque por ejemplo el empate ante el Albacete parecía que sabía a poco, y estábamos consiguiendo un punto en un equipo que no había perdido en casa y que estaba arriba. La necesidad de tener que ganar, ganar y ganar nos afectó. Un empate sentaba como un mazazo, porque nos veíamos muy lejos, pero algunas veces es buen resultado. Nos ha pesado ver que no acabábamos de llegar arriba mientras hacíamos bien las cosas.

- Han cambiado el discurso y miran sólo al siguiente partido. Usted reconoció que no se merecían hablar ni de pelear el ascenso, pero el objetivo inicial era ese, ¿todavía es posible?

-Puede que sí, pero tendríamos que hacer un esfuerzo muy grande, una racha parecida a la del año pasado, ganar 8 de 10 partidos. Es muy difícil, pero no es imposible pelear por el play-off. Somos un gran equipo y estamos capacitados si estamos a nuestro mejor nivel. Pero ahora mismo no nos merecemos hablar de play-off, hemos perdido muchos puntos, han venido equipos fuertes y no hemos podido superarles, por lo que no hemos demostrado ser un equipo capacitado para ascender. La situación en la que estamos en la clasificación nos la hemos ganado nosotros mismos. No podemos hablar de play-off cuando estamos a once puntos. No se sabe cómo estaremos en dos meses, pero ojalá que salga todo bien y podamos estar un poco más cerca, a tres o cuatro puntos. No podemos vender humo, queda mucho, y es muy difícil, pero hay que pelear, que aún quedan muchos puntos por jugarse.

- ¿Temen que puedan llegar al último mes y medio de competición sin opciones?

-Estamos en el Sporting. No hay otro objetivo que pelear e intentarlo hasta que las matemáticas lo permitan. Tenemos dos meses en los que tenemos que hacer muy bien las cosas. Si recuperamos eso, podremos llegar a mayo con alguna opción. Si mostramos la imagen de Las Palmas o la del Rayo Majadahonda seguramente no tendremos opciones de nada. Lo mínimo que nos exigimos es intentar llegar con vida hasta el último tramo.

- ¿Les preocupa que la afición se canse y se enfade si los resultados no llegan?

-Tenemos una afición muy entregada con el equipo, con darle un poco nos apoya. Y sabes que si no le damos nada es normal que se enfaden. Convivimos con ello, sabemos que puede pasar, pero no tiene que afectarnos ni hacernos daño durante el partido.

- ¿Qué mensaje le envía?

-Sabemos que la situación es difícil. Tenemos que darles cosas, pero que sepan que el equipo no va a dar un balón ni un partido por perdido. A veces podemos fallar, pero el equipo se va a vaciar y lo va a dar todo hasta el final. Que tengan paciencia, no va a ser cuestión de dos semanas, si todo sale bien será a siete u ocho partidos vista.

- ¿Cómo se encuentra en el plano personal?

-Estoy contento, pero también disgustado. Teníamos mucha ilusión cuando empezó la temporada, pero la situación es la que es. Personalmente estoy dolido, pero con ganas de darle la vuelta y apurar nuestras opciones.

- El año pasado comenzó más o menos por esta época su racha de 765 minutos sin encajar. Y este año es el segundo portero que más paradas hace de la categoría. ¿Por qué les crean tantas ocasiones?

-Es algo bonito ser el segundo que más para, pero cuando el portero tiene que intervenir mucho es una señal de que algo no estamos haciendo bien. Pero también reconforta, quiere decir que estoy apareciendo y con acierto, y que estoy ayudando al equipo. El vernos con la necesidad de engancharnos rápido con la parte de arriba nos hace que subamos y nos abramos más, que tengamos que abarcar mucho más campo. Y al final estamos más expuestos, y es normal que los rivales nos hagan daño.

- ¿Cuál fue el partido en el que más sufrió este año?

-El de Las Palmas. Fue un partido de locura, en el que no estábamos bien colocados, muy desordenados, y con muchas idas y vueltas. Nos llegaban con mucha facilidad. Atacaban y aparecían cinco o seis de amarillo y solo había tres nuestros.

- ¿Cómo ve a José Alberto?

-Tiene carácter, le veo preocupado, pero con muchísimas ganas y fuerza de sacar esto adelante. Es de la casa, le ha costado mucho llegar hasta aquí, y nos transmite ese hambre por arreglar y levantar la situación del equipo, que tire para arriba. Tiene muchas ganas y fuerzas.

- ¿Está feliz en Gijón?

-Sí. Desde el primer momento me he encontrado muy cómodo. Las cosas colectivamente podrían ir mejor, pero estoy muy a gusto. Mi primer año fue duro, porque no jugué prácticamente nada, y hubo un descenso, pero quería quedarme, disfrutar de lo que había visto, jugar ante 20.000 personas. Y ahora he tenido continuidad estas dos temporadas.

- ¿Pudo irse el verano pasado al Rayo Vallecano?

-Hubo contactos y conversaciones. Pero en su momento dije que para irme tenía que ser algo que me cambiase mucho, un proyecto muchísimo más ambicioso que el del Sporting. Algo mucho más motivante que el reto de quedarme aquí y pelear por subir con el Sporting.

- Si no logran el ascenso, ¿se plantea salir del Sporting si tiene la opción de jugar en Primera?

-Está claro que a cualquier jugador estar en Primera le puede atraer. Estoy aquí muy contento y feliz. No tengo en mente lo que voy a hacer en el futuro. Sólo pienso en el partido del Sporting con el Almería. Cuando llegue el verano veremos lo que puede pasar. Ahora no es momento de barajar ninguna posibilidad. Lo que más ilusión me haría ahora mismo es poder subir y disfrutar aquí con el Sporting en Primera. Lo disfrutaríamos todos mucho.

- ¿Qué porteros le han marcado?

-Antes me fijaba mucho en Casillas y Buffon. Ahora me gusta Ter Stegen y De Gea, son muy completos, por su poso, su tranquilidad, cómo leen los partidos y actúan en el campo.

- ¿Siempre quiso ser portero?

-Sí. Desde los cinco años que me puse en la portería y no me volví a quitar. Siempre me gustó el deporte, de no ser futbolista hubiera hecho algo vinculado.

- ¿En qué ha evolucionado?

-Vivo con más cabeza que corazón los partidos, no tan impetuoso y sí con más sangre fría.

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