"Estos tienen más guasa...". El impostado obispo de la peña sportinguista Desastre levantó pasiones en Málaga a pocas semanas del inicio de la Semana Santa. Unos 200 aficionados rojiblancos arroparon ayer al Sporting en La Rosaleda, con el ánimo de vivir un final de temporada lo más cerca posible de la promoción y la confianza reforzada por la victoria en el derbi disputado en El Molinón. "Tampoco hay que venise arriba, ¡eh!, Ganar al Oviedo es lo normal. No hay que volverse locos", remarcan desde este peña avilesina. Las peñas El Cruce, de Llanera, y El Chango, de Cancienes, también apoyaron al equipo en La Rosaleda.
"No olviden marcar la 'x'. La de la Iglesia, en la declaración de la renta", bromea Álvaro, el obispo de la peña Desastre, que en Málaga manda más que su particular papa, Isidro, quien también va perfectamente ataviado para la ocasión y para su cargo. "Téngolos a todos bendecidos. A nosotros el Sporting nunca nos falla", explican a los numerosos malaguistas que se acercan a ellos para compartir fotografía y retranca.
"No hay que negar que lo del domingo pasado fue una alegría muy grande", reconoce Chus Naves, otro de los activos miembros de la peña Desastre. En todo caso, tanto él como el resto de sus compañeros creen que lo de jugar la promoción "va a ser como un milagro". "Hay que seguir la mentalidad que nos enseña el míster: aquí todos, partido a partido", continúan, recordando la filosofía que, semana tras semana, repite José Alberto López, entrenador del Sporting. "Está complicado mantener la racha. Es que son muchos partidos seguidos ganando", asume Josín Escaño, avilesino afincado en Málaga junto a su mujer, Yolanda Baez, malaguista, minutos antes de que eche a rodar el balón. "Mira el Valladolid. El año pasado nadie contaba con él y después...", comentan desde la peña El Chango, de Cancienes. Sea como sea, la que nunca falla es la "divina" Mareona.
