Si hace dos días Isma Cerro tocaba balón en solitario, ayer el extremo rojiblanco recibió una gran alegría cuando volvió a entrenarse junto al resto de sus compañeros, que entre risas le hicieron un pasillo de bienvenida -en la imagen-. Isma Cerro vuelve a entrenarse con el grupo seis meses después de la grave lesión en la rodilla sufrida en el derbi en Oviedo.