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Aliento nipón para el Sporting

"El Molinón es un pasada ", señala Kota Yamamota, un japonés que estudia Química en Asturias y que debutó ayer en el estadio gijonés

Aliento nipón para el Sporting Á. GONZÁLEZ

Kota Yamamoto es uno de esos tantos estudiantes que cada año logran una beca para estudiar lejos de su país y vivir una experiencia enriquecedora. No solo en el ámbito formativo, sino también para descubrir la cultura y los emblemas de otras ciudades. Este curso cambió Tokio por la Universidad de Oviedo para cursar un máster de Química. Y ayer descubrió por primera vez el feudo rojiblanco. "El Molinón y la forma de animar la afición del Sporting es una pasada", reconoció este japonés de 23 años.

La atmósfera del estadio gijonés le cautivó en su estreno, aunque no tanto el juego del equipo. "Los jugadores tienen que dar más, necesitamos más gol", señala durante el partido, que siguió con otros compañeros de la Universidad, algunos también de fuera de Asturias, desde el Fondo Norte.

Su ilusión, aunque lo ve complicado, es que el Sporting pueda subir un peldaño más para poder disfrutar de la élite del fútbol español durante su estancia en Oviedo. "Sí creo que el Sporting pueda subir, y por favor, es lo que quiero, ver jugar al Sporting contra el Madrid y el Barça", reconoció Yamamoto, que vibró con su estreno en El Molinón, pero que finalizó el partido con la decepción del empate sin goles que aleja al Sporting del play-off.

Ayer fue uno de los protagonistas del duelo ante el Lugo, el toque exótico con el que muchos seguidores del Sporting se quisieron fotografiar antes y durante el partido. Porque la grada, por momentos resignada, intentó animar con más corazón que cabeza, y con cada vez menos ánimos e ilusión de lograr un final feliz de temporada.

El Molinón, con 16.206 espectadores, tuvo la peor entrada del curso. Por muy poco, pero hubo menos público que ante el Córdoba en la primera vuelta, un viernes del mes de octubre, con 16.282 personas, cuando el Sporting se encontraba en una mala dinámica con Baraja. No obstante, la peor entrada del curso en Gijón sigue situándose muy por encima de la media de la categoría, y mantener esa masa social ya se antoja como uno de los principales objetivos para la próxima temporada en el club.

Ayer, la parroquia rojiblanca se tomó con resignación el partido adelantado del fin de temporada. Y apenas hubo una pitada con la conclusión del partido, a la que se unieron cánticos desde el Fondo Norte de "directiva dimisión".

Se esperaba una mayor presencia de seguidores del Lugo en El Molinón, pero al final hubo cerca de medio millar de aficionados gallegos que fueron ovacionados por los hinchas del Sporting, que no olvidan el favor que le brindó el Lugo al club gijonés en 2015, cuando un empate de los gallegos en Girona le sirvió a los rojiblancos para ascender.

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