Una semana después de operarse de la fractura de la clavícula que sufrió en Mallorca, Mariño, con gesto sonriente, e irradiando optimismo, dejó clara su predisposición a iniciar la próxima pretemporada con el Sporting y seguir jugando en Gijón. Al menos esa es su intención. "Estoy muy feliz aquí, no sé lo que va a pasar, si el club querrá seguir contando conmigo, pero espero seguir aquí muchas temporadas más", señaló el meta gallego, que recibió el premio al mejor jugador en el mes de abril del Sporting, en un periodo en el que recibió dos tantos en cuatro partidos disputados.

"El verano pasado ya tuve opciones de jugar en Primera y decidí quedarme por muchas cosas buenas de este club", comentó Mariño, cuestionado sobre si su continuidad depende de la categoría. Con el futuro más o menos claro para el equipo, que tendrá que seguir una temporada más en Segunda, Mariño mostró su optimismo de cara a afrontar su cuarta temporada en Gijón. Aunque sin manifestar un porcentaje de posibilidades de que así suceda. "Nunca se puede decir de esta agua no beberé. Estoy muy contento aquí, pero habrá que ver la planificación deportiva cómo es y ellos tendrán que decir si quieren contar conmigo", indicó para resaltar que está dispuesto a jugar otra campaña más en Segunda División: "No sería ni un paso atrás ni nada malo seguir en el Sporting".

Mariño se rompió la clavícula hace nueve días en la visita al Mallorca. Una lesión que le hace perderse el resto de la temporada. "Me encuentro bastante bien, pensaba que tendría más dolor. Los doctores quedaron muy contentos. Va todo muy bien. Es un poco incómodo, pero en pocos días voy a empezar a mover el brazo y fortalecerlo", destacó el meta, que espera una rápida recuperación. "Espero llegar con absoluta normalidad a la pretemporada. Si la temporada durase algo más podría llegar incluso a los últimos partidos", subrayó.

Su sustituto tras lesionarse fue Dani Martín. Mariño explicó cómo ve al meta gijonés: "Está muy tranquilo. Hemos trabajado muy bien durante todo el año. Dani no tiene que demostrar nada. Todo el mundo sabe de lo que es capaz. Tiene que disfrutar de estos partidos, pasárselo bien".

Aunque no quiere tirar aún la toalla, Mariño reconoció que las opciones del equipo de play-off son muy remotas: "No vamos a ser hipócritas, es muy difícil, está muy complicado, pero hay que ir a Zaragoza a ganar y esperar resultados. Le debemos a la afición pelear hasta el último partido con la mínima posibilidad. No nos podemos rendir". Esa circunstancia hace que evite pronunciarse sobre cómo debe ser el Sporting de la próxima temporada, pero aún así el portero gallego sí que dejó alguna idea: "Es importante mantener una columna vertebral, que siga el mismo bloque con algunos retoques es importante para crecer. Si somos muchos el año que viene de los que estuvimos este año, será algo positivo", apuntó Mariño.