El Sporting avanza en la búsqueda del encargado de ocupar el sitio de Nacho Méndez en el centro del campo ante la baja del luanquín por sanción para la visita a Zaragoza. Cristian Salvador, André Sousa, Hernán Santana y el jugador del filial Pedro Díaz estuvieron ayer bajo el foco de José Alberto para definir al elegido. El que mantuvo su puesto en la banda izquierda fue Robin Lod, que podría repetir titularidad en La Romareda después de que Aitor García, al igual que Ivi López, continúe al margen del grupo. La sesión estuvo marcada por el interés del técnico en apuntalar los movimientos para presionar la salida del balón rival y en mejorar el ataque. "Goles, quiero goles", solicitó el técnico.

Cristian Salvador dio el susto en una mañana que se inició más tarde para Álvaro Jiménez. El centrocampista zamorano no pudo completar los últimos minutos del entrenamiento tras recibir un golpe que, en principio, no le impedirá estar disponible para medirse al Zaragoza. En cuanto a Álvaro Jiménez, el jugador se sumó al grupo unos minutos más tarde que el resto de sus compañeros, en principio, por una indisposición. Álex Alegría y Babin, que iniciaron la semana al margen, se ejercitaron ya al mismo ritmo que sus compañeros. Lo que parece evidente es que habrá que seguir esperando por Aitor García e Ivi López, que se sumarían a las bajas de Mariño e Isma Cerro para La Romareda. El que regresa, tras cumplir ciclo de amarillas, es Djurdjevic.

Con el Sporting B con la permanencia resuelta, Pedro Díaz volvió a asomar en el primer equipo justo en la semana en la que José Alberto busca recambios para el centro del campo. No fue el único jugador del filial llamado por el técnico, ya que Cordero también se empleó con el primer equipo junto a los porteros Christian Joel y Javi Benítez. La mañana también dejó ver la puesta en práctica de algunas acciones de estrategia. En concreto, con los saques de banda. La intensidad de José Alberto evidenció la importancia del técnico de un partido en la que el conjunto gijonés intentará seguir manteniendo las escasas opciones matemáticas que le restan para alcanzar una sexta plaza que se ha puesto casi imposible tras el empate ante el Lugo. Un partido que dejó como herencia solucionar la escasa presencia en área rival, con solo un disparo entre los tres palos. "Goles, quiero goles", insistió el técnico.