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"Al llegar a Mareo era más vaguete, José Alberto sacó lo mejor de mí"

Cerro, con gesto sonriente. J. J.

- ¿Por ejemplo?

-Me llevó a una carrera de montaña, me decía que no iba a hacer bicicleta y al día siguiente aparecía con ella. O me ponía muy lejos lo de tocar el balón, que iba lento, y luego llegaba un día a entrenar y ahí tenía el balón.

- ¿Cómo fue su aventura en el Trail de Lena?

-No sabía nada. Le había comentado alguna vez a César Castaño que me gustaba correr por la montaña, que Asturias tiene unos paisajes muy chulos. Fue cosa suya. Un día me subió en el coche, llegamos a Pola de Lena, me quedé impactado, le dije: "¿Dónde me has traído?" No sabía nada, me vi en la salida de la prueba, sin conocer el recorrido ni nada, y disfruté mucho la experiencia. Fue duro, César terminó como si no hubiera pasado nada, pero yo estaba quemado. Nadie se lo esperaba, pero acabé segundo (ríe).

- ¿Le gustará repetir?

-Lo que peor llevé fue la bajada, pero me gustaría volver a participar en alguna prueba. Cuando deje el fútbol me gustaría seguir practicando carreras de montaña.

- ¿Jugó solo siempre al fútbol o de pequeño practicó algún otro deporte?

-Me ha encantado siempre el deporte, y llevo jugando al fútbol con un equipo desde los nueve años. Antes jugaba en la calle, porque en mi pueblo, Valencia de Alcántara (Cáceres), no había equipo. Entonces practicaba atletismo. No recuerdo si gané alguna prueba o campeonato, tengo mala memoria, pero tenía la habitación llena de medallas y trofeos.

- ¿Cómo son sus inicios en el fútbol?

-Mi padre y mi abuelo eran muy futboleros. Siempre decían que nací con un balón bajo el brazo, y que si me quitaban el balón lloraba. A mi padre, para que nos fuese mejor a mi hermana y a mí, le destinaron en su trabajo a Cáceres cuando tenía nueve años. Allí empecé a jugar. Y después ya me fichó el Real Madrid.

- ¿Qué supone para un chico de Cáceres llegar al Madrid?

-Fue todo para mí. Lo malo fue que a la tercera jornada de llegar me rompí la rodilla, pero me recuperé para el final de la temporada y jugué la final de la Copa de Campeones y la de la Copa del Rey. Al año siguiente ganamos de nuevo la Liga y la Copa de Campeones, y llegué en la Champions juvenil a semifinales. Después di el salto al Madrid C, pero me volví a lesionar.

- Tuvo de entrenador a Ramis, que ahora entrena al Albacete, próximo rival del Sporting. ¿Le sorprende que haya conseguido meterse en la pelea por el ascenso?

-Para mí fue clave. Me lesioné y me dio la confianza necesaria para que me levantase. Hacíamos un gran juego con él, con fútbol de toque, y nos enseñaba sin broncas. No me sorprende lo que ha conseguido con el Albacete, es un gran entrenador.

- ¿Siempre fue extremo?

-Hasta llegar al Sporting B era delantero. Me fijé siempre en Benzema: me gusta mucho su calidad y todo lo que trabaja para sus compañeros. Me gusta más eso que ser un delantero puro.

- ¿Qué influencia ha tenido en usted José Alberto?

-Mi primer año con él fue un poco raro en el Sporting B, no jugué mucho. Quizás por el estilo, porque era de jugar algo más tranquilo, por el ritmo tan eléctrico que imponía. Cuando llegué al Sporting era más vaguete y consiguió que cambiase y sacase lo mejor de mí. Ahora soy un futbolista más trabajador y constante, y con más fuerza y confianza.

- ¿Qué supuso para usted la llamada el verano pasado para decirle que pasaba al primer equipo?

-Fue lo mejor que me ha pasado. Era un sueño que me diesen la oportunidad de llegar al fútbol profesional. Al Sporting se lo debo todo. Me acogieron cuando parecía que me iba a ir a mi casa. Me dieron la oportunidad y quiero devolverle ese apoyo al club el año que viene.

- ¿Qué le gusta de Gijón?

-Es el mejor lugar posible para ser futbolista, tienes pocos despistes. A mí lo que me gusta es ir al monte para distraerme. Además, el tiempo, sin mucho sol, es ideal, al menos para mí. Soy un poco raro en ese aspecto. Me gusta disfrutar de la lluvia. Asturias es el sitio idóneo para triunfar en el fútbol. Y genial para vivir en familia.

- ¿Su hijo Enzo sigue sus pasos?

-Tiene dos años y le pega buenas leches a la pelota. No le voy a meter presión para que sea futbolista, mejor que lo elija él.

- ¿Su rincón favorito?

-Nos vamos mucho al Parque Fluvial con el niño, aunque a veces hace algo de frío. Pero nada más que llega el buen tiempo nos vamos para allá. Nos gusta salir por los pueblos y disfrutar de la gastronomía de Asturias. Me encantó Cangas de Onís.

- ¿Aficiones?

-Me gusta la lectura de ámbito reflexivo y estar en familia. Y cuando puedo también jugar al "Fornite" en la "Play Station".

- ¿Qué significado tienen sus tatuajes?

-Tres van por la rodilla, cada uno hecho por una lesión, y son textos relacionados con el dolor, situados junto a la rodilla, en el costado y en la espalda. El resto de tatuajes van dedicados a mi familia y cosas en las que creo.

- ¿Cuál es su sueño?

-Jugar con el Sporting en Primera División. Quiero quitarme la espina de no haber jugado casi este año, llegar a la pretemporada bien y empezar con las mismas oportunidades que el resto de mis compañeros. Soy un jugador que le cuesta coger el tono por el tipo muscular que tengo. Me voy a quitar mis vacaciones, trabajando todo este mes con el preparador físico, para llegar como uno más a la pretemporada.

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