Ni bufandas en las gradas, ni corbatas en los palcos. Es decir, que ni aficionados ni directivos verán in situ el derby asturiano en el Tartiere.

El consejo de administración del Sporting no estará en el campo ovetense el domingo, salvo giro inesperado en las deterioradas relaciones con el Oviedo. La directiva se alinea así con sus aficionados como un gesto añadido al que ya habían tenido ayer: rechazar las 1.200 entradas enviadas por el Oviedo al no haber acuerdo para el dispositivo de seguridad en torno a la afición visitante.

La postura adoptada por la directiva se realiza para evidenciar, además, su desacuerdo con la pose que mantiene el conjunto azul y lo que consideran sus vaivenes en lo que al vínculo entre ambas entidades se refiere. El Oviedo, que había roto relaciones con el Sporting de manera unilateral la pasada temporada, calificó ayer su conexión con el Sporting como una relación "cordial" aunque, eso sí, rechazando invitar a la directiva rojiblanca a la comida de protocolo por "motivos de tiempo". Ese detalle ha encendido los ánimos y distanciado, aún más, a las partes.