Victoria importantísima la lograda por el nuevo Sporting de Djukic en su debut en El Molinón Enrique Castro 'Quini'. Y como en la rula no preguntan sino que apuntan, para el simple pataleo de mal perdedor quedará la 'rajada' de Pacheta, entrenador del Elche, en la rueda de prensa posterior al partido, en relación de un posible penalti no pitado en favor de los suyos en la última acción del partido.

Preguntado al respecto, estuvo genial el entrenador sportinguista, al asegurar que la jugada, al igual que ese otro posible penalti no señalado -en este caso a favor del Sporting sobre Aitor-, le pilla muy lejos para verlo con claridad. Y que además usa lentillas...

Precisamente el propio Djukic reconoció que había sido un clásico partido de cero a cero, en el que cualquier acción aislada podía hacer que uno de los dos contendientes se llevara el premio gordo. Por fortuna en este caso la suerte sonrió al Sporting y los tres puntos se quedaron en casa.

Tres puntos menos para alcanzar ese objetivo de 50 en el que se marca la permanencia. Y es que al igual que ya se había visto con el anterior entrenador, hay equipo para lo que hay. Ni mucho más, ni mucho menos. De tal modo que se podría decir que ante el Elche se hizo bueno el dicho aquel de "mismo perro con distinto collar".

Cierto es que el equipo, tras una primera parte mala de solemnidad y que se hizo merecedora de los primeros pitos por parte del respetable con Djukic en el banquillo, salió mucho más entonado en la segunda parte, aunque sin olvidar que en la reanudación, también los ilicitanos tuvieron sus mejores ocaciones. Muy contadas, eso sí. Lo mismo que las del Sporting.

Apenas hubo lugar para las sorpresas en lo que se refiere a la alineación inicial que dispuso Djukic sobre el siempre impecable césped de El Molinón. Estaba cantado el debut del lateral del filial, Bogdan, y así fue. La mejor noticia que se puede extraer de este partido es que el Sporting tiene en el joven ucraniano a un lateral de garantías.

Por lo demás, de nuevo Javi Fuego y Pedro Díaz fueron los encargados de manejar el timón de la nave rojiblanca, con mucho mayor protagonismo y acierto para el joven canterano, haciendo alarde de su gran disparo desde media y larga distancia. El poleso además se tuvo que retirar lesionado en el minuto 64, dejando su puesto a Cristian, quien volvió a dejar patente su candidatura para ser titular en este equipo.

Ya antes de concluir los primeros cuarenta y cinco minutos, y por el mismo motivo, Djukic se había visto obligado a efectuar su primer cambio, al caer lesionado Cordero. Su posición fue ocupada a pierna cambiada por Unai Medina. El lateral vasco a la postre fue decisivo con el partido abocado al empate a nada.

Corría ya el minuto 86 cuando un certero disparo suyo con el interior de su pierna buena, fue a estrellarse al poste, recogiendo el rechace Manu García -el más listo de la clase- y enviando el balón al fondo de la red. Aparte de en esa acción, a Manu se le volvió a ver en ocasiones incómodo en la posición de segundo atacante. También influye en ello el que el supuesto primer delantero, Uros, se dejase caer en exceso a banda, con lo que las distancias entre ambos para conectar se hacían enormes.

Ante semejante mazazo, el Elche como era de esperar echó el resto. Y también su entrenador, realizando su último cambio. Djukic había agotado los suyos a falta de diez minutos para la conclusión, sentando precisamente a Uros y dando entrada en su lugar a Alvaro Vázquez. El cambio según reconoció el técnico serbio en la rueda de prensa, simplemente tenía por fin aportar frescura en el ataque, para buscar incomodar así a un Elche que tenía que irse arriba en búsqueda del empate.

Con el público pidiendo la hora desde ya antes de que se cumpliesen los noventa minutos reglamentarios, los cuatro de añadido fueron un verdarero suplicio; si bien la realidad es que el Elche no dispuso en ellos de ninguna clara ocasión, más allá de esa última acción reseñada al inicio, en la que los alicantinos reclamaron penalti. El árbitro, que hasta entonces había pasado prácticamente inadvertido, decidió darse mus y sin tiempo siquiera para dar opciones a que el VAR pudiera amargar la fiesta rojiblanca, decretó el final del encuentro.

Con estos tres puntos y a falta de que finalice toda la jornada, lo más probable es que el Sporting logre poner tierra de por medio con los puestos de descenso. Ello debería contribuir a que el equipo jugase con mayor tranquilidad y sin dar esa sensación de nerviosismo que por momentos ofreció este martes.

Aún le queda mucho trabajo por delante a Djukic, aunque no tanto sea el tiempo de que dispone para llevarlo a cabo. El sábado está como quien dice a la vuelta de la esquina. En Los Pajaritos espera un difícil rival como el Numancia, metido de lleno en la pelea por el ascenso. Imposible no sentir cierta envidia. Pero las cosas casi nunca vienen dadas por la casualidad. Ni para bien, ni para mal.

Post Scriptum: después de recuperar a todos sus efectivos tras el proceso gripal que llevó a aplazar el partido ante el Zaragoza, de nuevo Hernán Santana se ha visto relegado a la grada. Lo del canario y su profesionalidad siempre que es requerida su presencia, es como mínimo digna de elogio.