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Exentrenador del Sporting

José Alberto: "Al Sporting no le falta ni intensidad ni actitud, lo que le falta es fútbol"

"No fuimos capaces de imponer el estilo combinativo; pido perdón por no responder a las expectativas"

El exentrenador del Sporting José Alberto López, posando para LA NUEVA ESPAÑA ayer en el Club de Campo de La Fresneda. FERNANDO RODRÍGUEZ

"Cuesta asumir que ya no eres el entrenador del Sporting". José Alberto López Menéndez (Oviedo, 21-5-1982) se ha hecho a la idea. Ha pasado casi un mes de su destitución y el exrojiblanco recibe a LA NUEVA ESPAÑA para hablar de errores, cambios y futuro. No oculta que el golpe, pese a esperado, fue duro. Hubo lágrimas esa primera noche, muchas, las mismas que aparecen descubriendo uno de sus momentos más difíciles: explicarles a sus hijos, de 7 y 4 años, que su padre ya no entrena al equipo que aman.

- ¿Qué errores cree que le han llevado a ser despedido?

-Seguro que muchos. De inicio, en la confección de la plantilla, que para mí es lo más importante. Lo cierto es que muchas decisiones, ahora, en frío, volvería a repetirlas.

- ¿Qué cambiaría?

-Los equipos de éxito en Segunda son sólidos en lo defensivo y profundos arriba, o con sus extremos o con sus laterales. Lo vimos en el Sporting de los Guajes o el Cádiz de ahora. Nuestro Sporting era fiable en lo defensivo, pero nuestro debe estuvo en ataque. Teníamos que haber generado más ocasiones y haber tenido gente por fuera de mayor velocidad para buscar el desequilibrio. Traver no estuvo al cien por cien hasta tres semanas antes de Navidad; Carmona es más de jugar por dentro; Aitor puede jugar por fuera pero se encuentra más cómodo en posiciones interiores?

- Dice entonces que debió fichar un extremo.

-Por fuera es donde el equipo tenía más dificultades. Nuestros laterales no son profundos y teníamos que darlo con los extremos. Ese desequilibrio nos costaba mucho. No teníamos con qué abrir la lata.

- ¿Cuántas veces se vio fuera del Sporting?

-Internamente siempre tuve la confianza de Javier (Fernández) y le estoy muy agradecido. Con Miguel (Torrecilla) siempre tuve su respaldo y una relación fluida y participativa. De puertas para fuera, desde el partido ante el Alcorcón, mi continuidad fue un debate continuo y creciente. Era difícil trabajar así. No pude revertirlo con resultados. Internamente, tras la derrota ante el Tenerife, desde el club se me transmitió que estaban ya preocupados por la falta de resultados.

- Dos victorias consecutivas y? ¿Qué pasó en Zamora?

-Es difícil de explicar. No estuvimos a la altura. Fue la gota que colmó el vaso.

- ¿Tras perder ante el Extremadura era consciente de que estaba fuera?

-Después de Zamora en mi cabeza sólo estaba que si ganaba al Extremadura seguiría adelante. Todo lo que no fuera eso iba a tener repercusión.

- ¿Le falta intensidad al Sporting?

-No. El problema del Sporting no es la falta de intensidad o la actitud. A mí, en el día a día, los jugadores me demostraron muchísimo compromiso. El problema es que no ha conseguido mandar en los partidos y eso sólo se consigue con fútbol. Nosotros no hemos sido capaces y me responsabilizo de ello al máximo. Por eso estoy en casa. En todo caso, me gusta que Djukic haya dado continuidad a lo que veníamos haciendo en estos dos partidos que ha disputado.

- ¿Le hubiera gustado seguir en el club aunque fuera en otro rol?

-Considero al Sporting mi casa? Nunca se sabe. Me han llegado cosas, pero no voy a coger cualquier oferta. Mi prioridad es seguir en España, en Segunda División. A partir de ahí se estudiará todo.

- ¿Qué mensaje le da al aficionado del Sporting?

-Pido perdón por no haber cumplido con las expectativas generadas en mi llegada. He trabajado como el que más y he intentado hacer todo lo posible para situar al Sporting en lo más alto. Siento no haber podido conseguirlo.

-Inició la temporada diciendo que quería un Sporting protagonista con balón ¿Qué pasó para que abandonara esa idea?

-No fuimos capaces de imponernos con ese estilo combinativo e intentamos buscar soluciones porque veíamos que con lo que estábamos haciendo no nos llegaba. Las variaciones tácticas han sido una crítica recurrente y eso no es por falta de ideas. En algunos momentos nos vino bien. En las últimas semanas, con la defensa de tres, el equipo estaba muy bien.

-Usted fue valiente para apostar por ser entrenador: dejó un trabajo fijo, desafió la jerarquía de una profesión dominada por exfutbolistas ¿Cómo lleva que le acusen de falta de atrevimiento en un equipo que tiraba una vez a puerta?

-Hugo pocos partidos en los que no hemos sido valientes, pero al final esto se basa en ganar y es indudable de que no hemos sido capaces de hacer un equipo ganador. El año pasado, por momentos, lo conseguimos. Esta temporada, tras Alcorcón, perdimos mucha confianza.

-¿Cómo le explicó a Carmen y a Javi, sus hijos, que su padre ya no entrena al Sporting?

-(Largo silencio, se emociona sin poder contener las lágrimas). Es difícil. Javi tiene 4 años, sólo me conoce como entrenador del Sporting. Primero con el filial y luego en el primer equipo. (Otro largo silencio).

-¿Ha sido el momento más difícil tras la destitución?

-Ha sido complicado. Ellos son tremendamente sportinguistas. Siempre serán del Sporting, pero me preguntan: "Papá ¿y ahora de qué equipo vamos a ser?". Han terminado entendiendo que la profesión de su padre tiene estas cosas. Es duro porque nunca antes he estado en esta situación.

-¿Quién ha sido su mayor apoyo en momentos así?

-Mi familia. Haga lo que haga siempre me apoya. En los malos momentos ves a la gente y me he sentido muy querido por amigos y por mi equipo de trabajo.

-¿Su próximo destino será junto a Iván Hernández?

-Sí. Mi nuevo equipo de trabajo será con gente del Sporting. Iván, si el quiere, estará. Sé que hubo rumorología de que hubo problemas entre nosotros. No es cierto. Somos uno. Le quiero conmigo.

-¿Se ha llevado alguna decepción personal?

-No. No tengo reproches para nadie. Todo el mundo se ha portado bien conmingo. La crítica, cuando ha llegado, ha sido merecida. El entrenador siempre es la cabeza de turco. Lo hemos visto estos días con Ernesto Valverde.

-¿Sigue viendo los partidos?

-Sí, soy sportinguista, pero no quiero valorarlos. No voy ni iré a El Molinón durante un tiempo. Prefiero verlo por la tele. Me duele no verme en el banquillo. Me pasa lo mismo con la idea de ir a Mareo. Es duro después de trece años haciendo todos los días el mismo trayecto.

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