Llegará bien entrada la primavera, con los últimos coletazos de la competición, y al Sporting le tocará viajar para pelear por su objetivo o transitar por la zona cómoda. En ese último mes y medio de competición -la segunda quincena de abril y el mes de mayo- los rojiblancos podrán llegar sumidos como ahora en la pelea por la permanencia, o con el sueño cumplido de haberse enganchado a la zona alta. O estar situados ya sin aspiraciones ni agobios en tierra de nadie. Pero antes de eso al Sporting le tocarán dos meses de tránsito en una zona cómoda, sin el desgaste de viajes largos, en los que se jugará el futuro de su temporada. Porque hasta el fin de semana del 19 de abril, cuando los rojiblancos tengan que ir a Almería, todos los viajes serán asequibles, con distancia inferiores a los 1.000 kilómetros entre ida y vuelta, en partidos en los que además tendrán el aliento de La Mareona.
Con el viaje superado a la isla de Tenerife el pasado fin de semana, Djukic tiene ante sí ahora un periodo en el que tiene garantizada la comodidad de acumular más horas de descanso, viajes más cómodos, sin efectuar distancias tan largas para jugar, y poder tener al equipo enchufado. El calendario provoca que los próximos desplazamientos del Sporting sean por el norte de forma consecutiva: Santander, Ponferrada y La Coruña. Y que tras ellos lleguen los viajes a Madrid para medirse al Rayo Vallecano y el Alcorcón.
A ello se le une la circunstancia de que en este tiempo, y siguiendo la clasificación actual, el Sporting afrontará una pelea importante ante equipos de su actual Liga. Porque salvo el Cádiz, que marcha ahora líder, el resto de rivales están a día de hoy del octavo puesto hacia abajo. Una situación que provoca que, en el peor de los casos, el de pasar apuros para la permanencia, el Sporting necesita amarrar esa salvación en estos dos meses, para después no tener que jugársela ante equipos de la zona del play-off, o en largos viajes, con más desgaste, como el de Albacete y Extremadura, con clubes que están de lleno en la pelea por no bajar a Segunda B.
Por El Molinón desfilarán en los dos próximos meses Mirandés (mañana), Cádiz, Las Palmas, Oviedo y Lugo. En medio de ello, el Sporting visitará al Racing, el desplazamiento más corto del curso -quitando el del derbi al Carlos Tartiere-, con apenas 350 kilómetros entre ida y vuelta. El reencuentro con El Sardinero, un estadio en el que lleva cinco años sin jugar el Sporting, será el domingo 16 de febrero a las 18.15 horas. Dos semanas después los rojiblancos jugarán en El Toralín ante la Ponferradina, en un viaje de 478 kilómetros, y en un choque que se disputará el sábado 29 de febrero a las 16.00 horas. El periplo por el norte se concluirá con el partido en Riazor frente al Deportivo de la Coruña (568 kilómetros) el fin de semana del 14 y de marzo, aún con la fecha y hora pendientes de confirmar.
Los viajes a Madrid para medirse a Alcorcón y Rayo, donde además existe una gran presencia de asturianos, que darán calor al equipo como en Santander, Ponferrada y La Coruña, pondrán el colofón a dos meses en los que el Sporting tendrán todas las variables a su favor para poder encontrar la tan ansiada regularidad, sin verse perjudicado por el cansancio de los viajes, tiempos muertos en aeropuertos o días de descanso en los que la plantilla se ve inmersa en un viaje de vuelta durante gran parte de la jornada.
Con 31 puntos, tres solo por encima del descenso, el objetivo más prioritario del Sporting pasa por alejarse de la zona de más apuro. Con el calor de su afición en El Molinón, y en los partidos a domicilio, donde se esperan para empezar al menos 1.500 seguidores rojiblancos en El Sardinero la semana que viene, Djukic afrontará la fase decisiva del curso.
