Sporting y Mirandés se repartieron puntos y regalos en El Molinón. Los rojiblancos se adelantaron a los siete minutos en un mal despeje del portero Limones que cazó Carmona en el área pequeña. Cinco minutos después llegaría el empate, obra de Marcos André al aprovechar un inocente penalti cometido por Bogdan. El cuadro burgalés se adelantó tras el descanso por medio de Joaquín en un disparo que se coló entre las piernas de Mariño, muy parecido al que dejaría el encuentro en tablas tras un chut seco de Pedro Díaz.

Empezó el Sporting tan enchufado como Pablo Pérez. El gijonés y Aitor García dieron otro aire al ataque. La acción que puso por delante a los rojiblancos a los siete minutos fue prueba de ella. Aitor, partiendo desde el centro, buscó la diagonal hacia la banda izquierda, haciendo Manu García y Carmona el movimiento inverso, el de irse al medio. Manu se la envió al espacio, el onubense centró buscando a Pablo Pérez y Limones, en el intento de blocar, la dejó muerta para que Carmona cazara el rechace en el primer palo. Inicio perfecto y sensación de que era cuestión de seguir apretando el acelerador.

Y como no hay día tranquilo en El Molinón, cinco minutos después el Sporting cedió un inocente penalti. Bogdan, en proceso de prácticas, picó en la internada de Marcos André, que le enseñó bola en carrera hasta pisar área para que el ucraniano le tocara lo justo y el árbitro señalara el punto fatídico. El delantero brasileño, uno de esos desconocidos que el paso de las jornadas ha convertido en atacante a tener en cuenta en esta categoría, lanzó al medio, engañando a Mariño. Vuelta a empezar. Era cuestión de insistir.

El Sporting siguió dando amplitud al ataque y buscando a Limones en un goteo continuo de disparos ejecutados o alimentados por Carmona, en su mejor versión en meses. La tuvo Pablo Pérez en un cabezazo tras gran centro de Aitor antes de que Manu García pidiera penalti por una carga en el área de Sergio. También Cristian Salvador en una volea que se fue arriba al aprovechar un rechace de la defensa visitante. El brillante Mirandés de la Copa no aparecía pero resistía ante un Sporting que necesidad de matar. No fue así en una segunda parte en la que los errores de los parteros dejaron el choque en empate a dos goles tras los tantos de Joaquín y Pedro Díaz.