El Sporting tuvo ayer una sesión de trabajo regenerativa en Mareo, en la que no estuvieron Cristian Salvador y Djuka, que acabaron tocados el partido ante el Mirandés del pasado domingo. Djukic, al inicio del entrenamiento, estuvo mimando a Bogdan, con el que charló y le dio unas apreciaciones y correcciones después de que el lateral no tuviese un buen partido, ya que provocó el penalti que transformó el Mirandés.

Babin trasladó al término de la sesión de trabajo el sentimiento que vive el vestuario rojiblanco. "No hay que saber muchas matemáticas para darse cuenta que el objetivo es llegar a los 50 puntos", comentó sobre las aspiraciones rojiblancas. "Hay que fortalecer la idea de juego que tenemos y esconder los defectos", recalcó.