"No pensamos en meternos abajo. Pensamos en el día a día y en sacar el trabajo adelante". Carlos Cordero evita ponerse en el lado más negativo de un fin de semana en la que el Sporting visitará al colista, en un duelo calificado por Djukic como "una final". "Es un partido más", dice el extremeño, recuperado ya de la fisura en el peroné que le mantuvo al margen desde el choque en Zaragoza, para quitar hierro al asunto. No evita que asuma el hecho de que "tenemos la obligación de ganar. Necesitamos la victoria".

Carlos Cordero tiene el alta médica y el ánimo de poder ayudar desde dentro a un Sporting que coquetea con la zona de descenso, de la que sólo le alejan tres puntos. "He vuelto bien de la lesión. Ha sido un mes duro. No me esperaba una lesión así. Estoy ya al cien por cien", asegura el defensa rojiblanco. Defiende el trabajo de sus compañeros durante unas últimas jornadas en las que el equipo sigue acusando una falta de regularidad en cuanto a resultados que permita alejar el fantasma de acabar metido en la zona baja. "Nos han penalizado mucho los errores individuales en estos últimos partidos. En todo caso, somos seres humanos y los errores los cometemos todos", apunta el de Almendralejo.

La llegada de Djukic hizo a Cordero permanecer en el once después de que José Alberto apostara fuerte por él para quedarse en el primer equipo. "Ahora tengo que trabajar el doble para que el entrenador confíe en mí y tenga la posibilidad de entrar en la convocatoria", afirma el jugador tras más de un mes de ausencia. El lado más positivo de la visita a Santander será que el equipo estará acompañado por unos 1.500 aficionados. "Llevo aquí cuatro años y la Mareona nunca nos ha dejado solos. Les tenemos que agradecer que vayan tantos. Están en los buenos y en los malos momentos", concluye Cordero.