"No pensamos en meternos abajo. Pensamos en el día a día y en sacar el trabajo adelante". Carlos Cordero evita ponerse en el lado más negativo de un fin de semana en la que el Sporting visitará al colista, en un duelo calificado por Djukic como "una final". "Es un partido más", dice el extremeño, recuperado ya de la fisura en el peroné que le mantuvo al margen desde el choque en Zaragoza, para quitar hierro al asunto. No evita que asuma el hecho de que "tenemos la obligación de ganar. Necesitamos la victoria". Lo dice desde el convencimiento de un vestuario que se siente en deuda con una afición que arropará al equipo con más de 1.500 sportinguistas en las gradas de El Sardinero. "Nunca nos dejan solos", subraya.

Carlos Cordero tiene ya el alta médica, dejando vacía la enfermería rojiblanca y permitiendo a Djukic ampliar las alternativas para confeccionar el once con el que lograr su primera victoria lejos de El Molinón en su etapa como entrenador del Sporting. Cristian Salvador fue la única ausencia del entrenamiento de ayer, centrado en trabajo físico, ya que el zamorano se empleó en el gimnasio por precaución después de arrastras unas molestias desde el partido del pasado domingo ante el Mirandés.

Cordero tiene ahora el ánimo añadido de poder ayudar desde dentro a un Sporting que coquetea con la zona de descenso, de la que sólo le alejan tres puntos. "He vuelto bien de la lesión. Ha sido un mes duro. No me esperaba una lesión así. Estoy ya al cien por cien", asegura el defensa rojiblanco. Defiende el trabajo de sus compañeros durante unas últimas jornadas en las que el equipo sigue acusando una falta de regularidad en cuanto a resultados que permita alejar el fantasma de acabar metido en la zona baja. "Nos han penalizado mucho los errores individuales en estos últimos partidos. En todo caso, somos seres humanos y los errores los cometemos todos", apunta el de Almendralejo. El avance de la semana mostrará si la idea del técnico rojiblanco pasa por hacer algún cambio tras el empate cosechado ante el Mirandés en El Molinón.

La llegada de Djukic hizo a Cordero permanecer en el once después de que José Alberto apostara fuerte por él para quedarse en el primer equipo. "Ahora tengo que trabajar el doble para que el entrenador confíe en mí y tenga la posibilidad de entrar en la convocatoria", afirma el jugador tras más de un mes de ausencia. El equipo vuelve al trabajo esta tarde, a partir de las 16.00 horas, en Mareo, con la mente puesta en superar a un Racing revitalizado con la llegada de Oltra al banquillo, con el que viene de ganar al Almería.

El lado más positivo de la visita a Santander será que el equipo estará acompañado por más de 1.500 aficionados después de que las entradas enviadas por el Racing a Gijón se agotaran en apenas unas horas. "Le tenemos que agradecer a la afición que vaya tanta gente. Están con nosotros en los buenos y en los malos momentos", concluye Cordero.