Luis Miguel Fernández, José María Díaz y Ana Arango encabezarán la Mareona en Ponferrada. Los tres hicieron noche ante la taquilla de El Molinón para asegurarse una de las 500 localidades puestas a la venta ayer con destino a El Toralín. Doce horas de espera y algún "pigazín" en la furgoneta que tenían aparcada frente al municipal gijonés con el objetivo de que la ilusión vaya en aumento. "Si ganamos al Cádiz podemos ir a Ponferrada a pelear por meternos arriba. Hay que traer los tres puntos", subrayan. Un deseo compartido por los aficionados que protagonizaron colas desde primera hora del día. No se agotó el papel. Hoy vuelven a salir a la venta únicamente de 10 a 13.30 horas.
Luis Miguel es de Cudillero. Ana, de Oviedo, y José María, de Pravia. "Pasamos la noche bien, pero con mucho frío", comentan estos tres amigos. Ellos, jubilados. Ella, máster en Criminología. "Ya fuimos juntos a Lugo", señalan con sus entradas en la mano, las seis primeras -cada abonado puede retirar en taquilla un máximo de dos- antes de emprender el viaje de regreso a casa.
"Tengo el corazón dividido", avisa Delfina Ordóñez, natural del Bierzo afincada en Gijón, donde ha terminado por abrazar el sportinguismo. "La cosa va regular", comenta en cuanto a la marcha del conjunto de Djukic. "A ver cómo juegan ante el Cádiz porque últimamente no te puedes fiar mucho", añade. "Meterse en promoción todavía se puede dar, ¡eh!", sentencia tras ser otra de las madrugadoras del día para hacerse con su entrada. "En mi caso llevo desde las siete menos cuarto de la mañana. Tenía muy claro que el partido en Ponferrada no me lo podía perder", apostilla.
"Vengo a por entradas pa' los mis fíos y mi nieto", señala Begoña Ratón, la mujer que vigila por las localidades de Rubén y Noelia, además de la del ojito derecho de la casa, el pequeño Nel. "Ellos son muy sportinguistas, pero yo veo al equipo fatal. Para mí que no hay opción ya a promoción ni a que suban", sentencia antes de que aparezca otra aficionada que no duda en rebatir sus argumentos.
"Hace dos años, antes del partido ante el Numancia en Soria, el equipo parecía defenestrado. Se ganó, empezó la remontada, nos metimos en promoción y no se pudo hacer más porque el equipo llegó reventado. ¿Por qué no vamos a darle la vuelta a la situación ahora?", zanja Carmen Díaz. "Ahora voy a Ponferrada con la misma intención que entonces", concluye.
