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Expertos en psicología y sociología muestran su preocupación: "Que sean jóvenes es más grave"

"Muchos usan las redes sociales para molestar y crear bullicio", afirman

Los recogepelotas, enseñando la sudadera a Christian Joel en el vídeo que le envían y en el que le llaman inmigrante. C. J.

"El fútbol no es generador de violencia, pero sí es un contexto en el que se canalizan tensiones que existen en la sociedad", Marino Pérez, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo, analiza algunos de los motivos por los que se producen episodios racistas en el fútbol. "En el deporte la gente se desinhibe, y muestra el lenguaje más rápido y más hostil para las reacciones emocionales que se producen de repente, como las racistas. A veces no tienen una implicación más allá de lo que es una respuesta emocional de un pronto, pero el daño está hecho", cuenta Pérez.

Otro experto de la Universidad de Oviedo consultado por LA NUEVA ESPAÑA, el sociólogo holandés Hans Van den Broek, incide en la influencia de internet como altavoz de este tipo de episodios. "Muchos jóvenes utilizan las redes sociales para provocar y para crear un ambiente de bullicio. Como en muchos casos lo que podrían pretender era que se volviera viral", relata sobre el caso de los recogepelotas del Ibiza que profirieron insultos racistas en un vídeo contra Christian Joel, portero del Sporting

Van den Broek reconoce que ha sido "un capítulo desafortunado" y apunta que en el deporte "la xenofobia está ahí y si se actuara con más contundencia se podría erradicar". Pero también ve la situación con jóvenes de por medio como algo preocupante: "Más que racistas, son ladrones, lo veo como una chiquillada. En mi caso no lo veo como un insulto que me llamen inmigrante, yo que soy de fuera, pero sí que a muchas personas le pueden afectar, y depende mucho del contexto". Marino Pérez sí que ahonda en la circunstancia de que unos jóvenes de 14 años hayan sido los protagonistas. "Son edades en las que se debería fomentar la deportividad. El deporte debería servir para aprender ganar y perder", comenta antes de añadir que "los jóvenes que tienen estas implicaciones tan racistas, indeseables, ellos mismos son el reflejo de las tensiones sociales y de las familias".

El experto en sociología lamenta que el fútbol actúe en estos casos más como "contravalor". "El deporte es casi como una forma educativa, y una alternativa a los odios y enfrentamientos, pero sin embargo se convierte más en un medio que los vehicula y amplifica", cuenta antes de advertir que "este hecho ya no es una anécdota, sino que está en una serie que ya ha llegado al deporte de la base".

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